Las luciérnagas son quizá los
insectos luminiscentes más conocidos, son escarabajos, miembros
noctámbulos de la familia de los lampíridos. La mayoría de las luciérnagas
tienen alas, lo que las distingue de otros insectos luminiscentes de la misma
familia, conocidos comúnmente como gusanos de luz. Según la latitud del planeta
suelen llegar más en verano que en invierno.
Las luciérnagas, consideradas por
los niños como pequeñas hadas o insectos mágicos que se iluminan en la
noche, son el principal atractivo en los bosques y prados de Nanacamilpa, en el
estado de Tlaxcala, donde ahora existe un santuario para la conservación de
esta mística especie de escarabajo.
Quién pudiera
volver,?
A la noche
de los bichitos de luz,
con duendes en los ojos,
rocío entre las manos
y sonrisas en la voz.
Como podría retornar
de los bichitos de luz,
con duendes en los ojos,
rocío entre las manos
y sonrisas en la voz.
Como podría retornar
y luz del farol,
del parque de barrio,
rodeado de luciérnagas.
del parque de barrio,
rodeado de luciérnagas.
El Universo que nos rodea todo el tiempo, nos ayuda directamente, y siempre está a nuestra disposición, para que al través de él, nos descubramos a nosotros mismos. Volviendo a ser niños, retornando a nuestra actitud valerosa de siempre preguntarnos el porque de todas las cosas, de soñar, de imaginar y de volver a ser creativos. A todos vosotros, os doy las gracias por vuestros comentarios, por vuestra amistad. Le doy gracias a la vida de tener la oportunidad y el privilegio, de aprender cada día de seres humanos como todos vosotros...
ResponderEliminarGracias por existir.
Tan ciertas tus palabras como la belleza de las luciérnagas, me encanta todolo que rodea a la Madre Tierra donde observo como actúa y aprendo de ella. Saludos desde
ResponderEliminarhttp://nacerdelatierra.blogspot.com.es/
Me ha encantado tu entrada Cristina, porque hace unos años me acorde de las luciérnagas que veía de pequeña y que ahora ya no se veían. Hace dos veranos las volví a ver y éste también las he vuelto a ver, son preciosas y sigo creyendo que son pequeñas hadas. Un gran abrazo de luz
ResponderEliminarHola Cristina!
ResponderEliminarMe encanta que hables de las luciérnagas ¡Qué maravilla de la naturaleza!
Como sabrás, en mi familia somos viajeros y una de las estampas que se ha quedado marcada en mi mente de por vida era un campo en Gambia que teníamos que atravesar cada noche lleno de luciérnagas. No hubiera llevado mucho tiempo cruzarlo, de no ser por el tiempo que nos llevaba pararnos a observar las ciento o miles de luciérnagas que nos rodeaban en plena oscuridad.
Más tarde, cuando mi hija creció, recuerdo que las cazaba por la noche con su padre en Sri Lanka con una botella transparente y, cuando ya las había analizado lo suficientemente de cerca, las soltaba para seguir contemplándolas al volar.
Todos estos recuerdos son los que me has hecho revivir al leerte, y por ello te estoy agradecida.
Un beso
Hermosa entrada poetisa, en el lugar que vivía de niña, en las sierras de córdoba Argentina. Le llamábamos Tuquitos, eran muy luminosos y grandes de verdad, con mi hermano que ya no está físicamente, jugábamos y los cuidábamos con mucho amor. Me llevaste a un mundo tan hermoso como mi niñez, muchas gracias por poder captar esos maravillosos momentos vividos.
ResponderEliminarAbrazo
Cristina Mi agradecimiento por sus visitas, es un placer pasar por su blog, bello Poema, y linda recepción, si nosotros los seres humanos cultiváramos nuestro corazón nuestra Alma brillaría cada día.
ResponderEliminarBuen fin de Semana Saludos
Nunca oi tantas veces y en diferentes sitios, añorar tanto el pasado, pro hay algo claro el pasado no regsresa, pero aun no teniendo cinco años igual puedes ver, seguiran siendo preciosas
ResponderEliminarbesos
Esas luces las aprendí a conocer y conectar desde niña...perseguí al atardecer sus luces de oro por entre bosque
ResponderEliminarcerca de un río...en las noches nos iluminaron caminos en medio de la oscurana...
son regalos divinos haber sabido ver en ellas esa energía que nos conecta+y nos hace poderosos en algún momento de nuestras vida
me encanta eso que sean el refugio para quien busca y espera
encontrar el amor...
Precioso este post. Poco recuerdo de ver luciérnagas de pequeña. Si te aseguro que hace ya unos 10 años cuando íbamos de camping salimos a un pueblo cercano y al volver se nos hizo de noche. Alrededor de la cunetas había unas luciérnagas que mostramos a los niños. Que ilusión les hizo al verlas. Un abrazo
ResponderEliminarHermosa entrada. Cristina. me has recordado la infancia, y si, les llamábamos bichitos de luz.
ResponderEliminarBesos, buen finde
Que poesía mas linda, me ha encantado lo que nos has contado de las "hadas de luz"- Un abrazo
ResponderEliminarHola Cristina.
ResponderEliminarNo he tenido nunca la oportunidad de ver ninguna luciérnaga en mi vida, y leyendo tus texturas narrativas me has despertado mi lado más soñador y me encantaría ver este acontecimiento de la naturaleza tan bonito y luminoso.
Me imagino ver a estos pequeños seres junto a un cielo estrellado y creo que sería una experiencia maravillosa.
Inspirada y bonita poesía para rematar un texto muy inspirador.
Te mando un fraternal abrazo.
Las luciérnagas son muy bellas y siempre me ha parecido un milagro su belleza. Me encanto tu poema
ResponderEliminarNo he tenido el placer de verlas jamás, ya me gustaría, pienso que deben ser unos momentos mágicos, como para inspirar un hermoso poema, que es lo que tú has hecho y desde luego, para no olvidar.
ResponderEliminarUn beso
Es una bellisima entrada, que nos devuelve al pasado a esas noches de verano donde salíamos a buscar su magia.
ResponderEliminarbesos
ResponderEliminarDicen que las almas perdidas vuelan en forma de Luciérnagas; iluminando su inocencia por perder el amor que de alguna manera se fué...Vuelan y parece que flotan en la magia nunca jamás vista; portando en su vientre el amor verdadero que se dá para no morir allende de la vida por vivir.
Por la noche en completo silencio, cuando sólo se escucha el respirar, las Luciérnagas iluminan un trocito de cielo en pos de aquel que dió su vida por amor...y yo pobre de mí, en mis palabras busco una explicación para calmar mi hambre, mi sed, mi angustia por todo aquello que soñé y que se perdió en el vuelo luminoso de lo que nunca jamás vendrá...
Las Luciérnagas encienden mi alma en centenares de vuelos sin rumbo portando aquello de lo que nunca fué. A veces, sin sentir soledad, mi intimidad se embarga por aquellos besos no cumplidos pues fueron los más preciados por ellas; portando en su silencio las alas batientes abiertas al cielo en unas horas sin luz solar...y mi corazón vuela con ellas encendido de su luz por dar fé a lo que sentí.
En esta noche fría, las palabras recuerdan y alzan su voz al cielo de las Luciérnagas que seran sueño cuando mis ojos pesados se cierren. Aquel amor vive en libertad y no se imaginan lo mucho que me cuesta dejarlo prender en este insecto que según su naturaleza, es la de recoger los amores perdidos...
Por aquí ya casi no se ven, es una pena; donde si vi bastante fue en Venezuela, cuando viví allí. El poema es precioso. Besos.
ResponderEliminarLuciérganas. Esos míticos seres de los cuantos infantiles...
ResponderEliminarMe sorprendí ya de mayor descubrir su forma. Hoy, todos los años en el valle salimos mi nieta y yo a recorrer cierto espacio en el que abundan y a contarlas. Toda una experiencia de convivencia y diálogo entre ambos.
Un abrazo, Cristina.
Una preciosa entrada. Hace mucho tiempo que no veo luciérnagas, por mi tierra casi han desaparecido.
ResponderEliminarBesos
Me has recordado mi infancia cuando esperábamos con ilusión que llegara la época de las luciérnagas; nos encantaba cogerlas y jugar con ellas.
ResponderEliminar¡Precioso poema!
Buen domingo.
Un abrazo
Muy bonito texto y un poema hermoso.
ResponderEliminarY muchas gracias a tí por tus bellas letras de las que tanto aprendemos.
Felicidad por siempre y un abrazo grande.
Qué bonita entrada, hace años que no contemplo luciérnagas, una pena, pero no abundan por los lugares por los que me muevo, ¡Habrá que cambiar! ;) Un placer pasar por aquí, como siempre.
ResponderEliminarTus palabras son maravillosas y alentadoras siempre, por eso me hace feliz visitarte. Y como no, yo que amo los bichitos, me encantan las Luciérnagas y las noches de junio y julio siempre salgo a observarlas, y esto me recuerda que tengas fotos que poner en el blog. Muchas gracias Cristina. Un millón de besinos.
ResponderEliminarUna preciosa entrada. Cuando era niña y mi padre me llevaba de pesca, me encantaba que llegara la noche para ver alguna luciérnaga, siempre se veía alguna, la cogía y se la ponía a mi padre en la gorra. Recuerdos maravillosos de esas hadas del bosque.
ResponderEliminarBonita poesía.
Abrazos azules.
¡Cómo me gustaría presenciar un espectáculo así!
ResponderEliminarMuy dulce entrada; nunca deberíamos perder la mirada infantil.
Un cálido abrazo, y gracias por tu comentario en mi blog :)
gracias por tu visita y tu cariñoso comentario.
ResponderEliminarAl leer tus bellos versos he vuelto a ser niña ,teníamos un pequeño jardín en casa y por la noche a mi hermano y a mí nos gustaba verlas lucir.
¡¡¡que bella es la infancia!!!...¡¡¡que hermosa la vida!!!hermoso amar.
besos
Todo lo que dé luz, bienvenido sea.
ResponderEliminarBesos:))
¡Hola! Me ha gustado tu blog y ya tienes una nueva seguidora ;) Me quedo por aquí y espero que puedas pasarte por mi blog y quedarte.
ResponderEliminarNos leemos. Kisses ^^
Bonita entrada y en cierto modo homenaaje a estos peuqeños insectos de luz. Yo sólo las he visto una vez y ya cuando era mayor y me sorprendieron... son mágicas. Un Abrazo y buena semana :)
ResponderEliminarHola Cristina, que linda entrada y cuantos recuerdos has despertado en mí. Cuándo era niña mi padre me llevaba en las noches de verano, a la Iglesia derruida de Malhincada, donde entre sus húmedos muros vivían las luciénagas y todo era magia, me ponía sobre mis rubios cabellos esos gusanitos de luz como si tuviese una corona... y sobre mis hombros y bailaba a la señorita luna, que se movía con los mismos movimientos que yo... esos recuerdos están vivos en el alma, como verdaderas vitaminas de luz.
ResponderEliminarPero no sé que ha ocurrido Cristina, las ruinas de la Iglesia continúan estando allí y el camino de las esparragueras, pero no hay luciernagas, no sé porque dejaron ese habitat que durante muchos años fue su hogar y huyeron a algún otro lugar.
Mi cariño con un gran abrazo desde el alma.
Nines
Hola Cristina.
ResponderEliminarYa he dado un repaso, la verdad es que estos insectos no los conozco, sí, los gusanos de Luz.
En las noches de verano esas lucecitas con el canto del grillo, hace soñar.
Gracias por esta información, las fotos son preciosas.
Un abrazo.
Ambar
Me alegro volver de nuevo a tu espacio, Cristina, y encontrar la luz de las luciérnagas, que nos recuerdan la magia de lo invisible...De todo aquello que nos rodea y que participa del misterio viviente...Es una gozada leer de nuevo tus posts y entrar en la magia de la palabra y del sentimiento, amiga.
ResponderEliminarTe agradezco de corazón tu presencia, tu cariño y tu amistad. Durante este tiempo que he llevado en silencio, he reflexionado y he podido sentir la cercanía de todos vosotros...Nada es en vano, lo que damos vuelve y la presencia divina late en todas partes. Te dejo mi gratitud, mi abrazo y mi cariño siempre, Cristina.
M.Jesús
De vez en cuando, no todos los años, cuando estoy en el pueblo, aún puedo ver alguna que otra luciérnaga ¡cómo disfrutan mis nietos alrededor de su luz!
ResponderEliminarEste año no he visto ninguna, habrá que esperar.
Gracias por esta entrada, me has hecho recordar.
Cariños en abrazos.
kasioles
Aquí se ven mucho en los campos, que lindo post Cristina, gracias por compartir :*
ResponderEliminarDisfrutadas en distintas etapas de mi vida
ResponderEliminarMis hijos desde pequeños las disfrutaron por estos lugares
Hoy aunque el progreso masivo ha llegodo, aun en el jardincito las luciernagas nos visitan
Conmovedeor leerte
Cariños
Que bonita entrada Cristina. Yo, algunas veces las he visto. Es encantador.
ResponderEliminarUn placer venir a tu casa Cristina
Besos miles
Isa
Boa tarde, maravilhosa partilha com palavras significativas.
ResponderEliminarContinuação de boa semana,
AG
!Que encantadora y mágica entrada!
ResponderEliminarMe encantan las luciérnagas, me recuerdan mi niñez y mis abuelos. El poema es toda una ternura, precioso. Un placer leerte, Cristina.
Beso
Una entrada bien hermosa Cristina, el tono romántico con que tratas la luz de las luciérnagas me ha gustado. Yo nunca he visto una. En mi tierra las llamamos "cuques de llum"
ResponderEliminarUn abrazo
Júlia
¡Hola! Acabo de descubrir tu blog y me quedo por aquí ^^
ResponderEliminarEspero que puedas pasarte por el mío (: Un beso (-:
Ainss... qué maravilla de recuerdos me has traído con esta entrada.
ResponderEliminarAquí hay un lugarcito donde rebotan cabañas y nos encanta ir, porque está plagado de esos bichos. Nos quedamos hasta el amanecer viéndolos. Jaja.
Un abrazo muy grande, mi Cristina.
... perdón, rentan, no rebotan, jajaja.
ResponderEliminarUna entrada que me ha traído buenos recuerdos de cuando éramos pequeñas.
ResponderEliminarBesos.
Muy feliz fin de semana.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Oh, no he visto luciérnagas. Así que es agradable de leer tu post acerca de ellos y mirar fotos interesantes. Saludos.
ResponderEliminarDesde niña me encantaron las luciérnagas en cada terreno baldío lleno de hierbas las había , lastima que el tiempo cambio y ahora las luces son de los hombres.
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