La cosa más profunda que podemos
hacer por nosotros mismos es hacernos a un lado y dejar que el Maestro entre en
nuestras vida. Eso significa que el humano deja de controlar la situación, y
dejamos que la vida fluya a través del Maestro, tu alma, tu divinidad, como sea
que la quieras llamar. Cuando aceptamos al Maestro en nuestra vida, estas
aceptando el regalo más increíble para ti mismo, y tu alfa y omega, está
completo en sí mismo, y no necesita nada más. No tengan miedo de permitir
que algo tan grande, entre a sus vida. En fondo de nosotros, tenemos la necesidad
y el anhelo de estar otra vez frente al Maestro.

Permitan que su Maestro les
indiquen una nueva dirección en sus vida, el los apoyará y les permitirá ser
todo lo que nacieron para ser. Eso los convertirá en lo que anhelan ser en su
corazón divino. Cuando confiamos en nosotros mismos no pueden cometer errores. Hay
veces que nos sentimos tristes como un vacío por dentro, es una sensación
difícil de explicar, pero es algo similar a notar que te falta algo por dentro.
Es como un movimiento de conciencia que las cosas se desmoronan, ese movimiento
que sienten en cierto nivel de conciencia, es el alma, que nos esta diciendo
que esta siendo reemplazada por la sabiduría, del Maestro.
¿Porque seria apropiado tener una buena relación
con el Maestro? El Maestro, es la sabiduría de todas las vidas que hemos tenido
aquí en la tierra. Sin sabiduría, las energías quedan atascadas y
los ciclos continúan repitiéndose
."Sabes, tú eres la parte experiencial de mí".
Eres esa faceta de mí que va a salir hacia la experiencia. No para aprender. No
hay nada que aprender. Simplemente experimentar la alegría de la existencia.
Ese es el Maestro. El Maestro ha estado oculto por mucho tiempo,
pero siempre ha estado ahí. Nunca se ha ido, solo se ha ignorado. Dejen que el
Maestro comparta con ustedes toda la belleza de la sabiduría de cada
experiencia en esta vida. Simplemente fluyan con eso. Eso es todo.
El maestro en mi.
Maestro, concédeme la serenidad
para aceptar las
cosas que no puedo cambiar,
valor para cambiar
las que si puedo,
y sabiduría para
reconocer la diferencia.
El humano y el
Maestro.
Dos puntos de luz que
conectan con gracia y facilidad,
para trascender y ir
más allá del pensamiento.
Para estar en unión,
corazón a corazón con
el Maestro.