Mientras vamos caminado por
nuestra vida diaria, no somos conscientes
de todo lo que nos rodea. Nos sumergimos en nuestros pensamientos, y no nos
damos cuenta de lo que nos afectan, y el poder que tienen sobre nosotros los
pensamientos de los demás. Y sobre todo los pensamientos de las energía colectivas,
y todas esa energía que queda represada después
de un accidente o un terremoto.
A veces nos sentimos mal, y nos encontramos que pasan por
nuestra mente cosas que no podemos controlar. Tenemos que saber que
algunos de estos pensamientos pueden que no sean de nuestra propia
corriente vital, sino más bien de los que nos rodean. Es importante que
comencemos, cada día limpiando nuestro propio campo energético para que cuando
nos aventuremos a las actividades externas de la vida.
Sepamos
cuándo entran en nuestro campo pensamientos y sentimientos extraños, y que
podamos discernir que provienen de otros. Muchos de nosotros somos demasiado
sensibles a las energías de otros, y también a las de la Tierra; y necesitamos practicar
autoprotección y limpieza con un nivel consistente y persistente.
Cristina.