Cuanto ha llovido desde estas
imágenes, cuando se usaba la lumbre en los pueblo para cocinar, se ponía la
lumbre en la cocina desde por la mañana, que se hacía con leña de encina.
Todos somos amantes de los
avances, pero donde este una comida cocinada a la lumbre que se quite todos las
tecnologías. Solo hay que ver las barbacoas cuanto disfrutamos de ellas.
En cada pueblo las estaciones marcan unas costumbre, ahora que se acercan el día de Todos los Santos, en mi pueblo la costumbre es salir al campo y asar castañas, y en casi todos los hogares se hecen puches. "Es un dulce, que se trata de una masa dulce compuesta de harina y agua, endulzada con azúcar y con ligero sabor a anís", a mi particularmente no me gusta pero muchos todavía disfrutan de estas costumbres.
En cada pueblo las estaciones marcan unas costumbre, ahora que se acercan el día de Todos los Santos, en mi pueblo la costumbre es salir al campo y asar castañas, y en casi todos los hogares se hecen puches. "Es un dulce, que se trata de una masa dulce compuesta de harina y agua, endulzada con azúcar y con ligero sabor a anís", a mi particularmente no me gusta pero muchos todavía disfrutan de estas costumbres.
En un pueblo rural de Castilla La
Mancha, que como todos los pueblos a lo largo de los años ha ido
creciendo, esta rodeado de encinas y montes, donde la agricultura y la
ganadería, es una forma de ganarse la vida. Un pueblo que destaca por sus vegetación,
esta rodeados de caminos rurales, que te
hacen disfrutar y perderte por sus paisajes naturales.
En este pueblo
rural, fui sembrando vereda y dejando mi huella en mi infancia. La pasé entre
los juegos típicos de los pueblos y la naturaleza de los campos que me rodeaban. Donde cada vez que puedo, me pierdo por eso paisajes que un día me vieron corretear por sus calles.
Cristina.
Cristina, no me lo puedo creer, debes ser de un pueblo muy cercano al mío, porque desde el mío se ve la sierra de Gredos de la misma forma, es más la costumbre de ir al campo los niños y jóvenes a asar las castañas continúa vigente hasta nuestros días y lo de las puches, pues para mí eran también asquerosas, pero esa era y es la costumbre... Dios me has hecho revivirlo todo, puede que no seas extremeña, porque mi pueblo es el primero de la provincia de Cáceres y el tuyo sin nin guna duda es de los últimos de Toledo, por eso vemos Gredos de igual forma, así como el valle del Tiétar...¡Niña que estamos en verano muy cerquita y hasta podemos habernos visto en algunas de las Gargantas que bajan de los neveros de Gredos, o en las ruinas de la Iglesia de San Gregorio, donde de niños nos reuníamos, chavales de los pueblos cercanos, para asar los carbotes...
ResponderEliminarEn mi tierra se canta....
No hay tierra como mi tierra,
ni cielo como mi cielo,
ni río como mi Tiétar,
ni sierra como mi Gredos...
(O sea que Gredos y el Tiétar son miossssss ¿A qué en tu tierra no se canta está canción...? pues nada el contrato de los dos, lo tiene mi pueblo y no el tuyo...jajajajaja es una broma)
Y sin ser vidente, lo he adivinado por tus fotografías y las costumbres de las puches y las castañas asadas...
¡Que tiempos aquellos
que pué que no guervan...!
Como decía el poeta José Mª Gabriel y Galán.
Me ha encantado tu entrada, se han hermanado tus costumbres toledanas con las mías cacereñas, y puede que con muy poquitos Km de cercanía..
Un gran abrazo de luz y nos vemos quizá asando castañas por los Santos.
Ángeles.
Esta zona me resulta familiar.
ResponderEliminarYo también paso por esos contornos, siguiendo la N-V, entre Toledo y Extremadura.
Las castañas vuelven a ser protagonistas en esta época otoñal.
¡Feliz castañada!
Hola Cristina,a veces me vienen recuerdos de antaño como esos que has escrito y descrito en ésta preciosa entrada.Yo no crecí entre veredas ni árboles que ya me habría gustado,pero no,Yo nací y crecí a la orilla del Océano Atlántico,en la única casa que en un tiempo ya lejano permitieron hacer en la mismísima arena de la playa.Aun recuerdo las olas dejando sus chispitas de agua en la ventana y el olor a pecaito frito recién pescado que nos regalaban los pescadores en agradecimiento por resguardar sus barquitas detrás de la casa.
ResponderEliminarEs cierto,la tecnología no puede ni podrá dar el sabor a las comidas que solían dar esas perolas que ya estuviera en el campo o en la playa colgaban de ese hierro en la chimenea que daba calor a la casa.
Muchos besos y abrazos:)
Cristina, he vivido todas las costumbres antiguas en mi pueblo manchego...Los pucheros, las castañas y los dulces de las fiestas...Que aún permanecen en el tiempo...No sabía que eras manchega, me alegro por ello. Llevas en tu alma la seriedad fértil y soñadora de nuestra tierra.
ResponderEliminarMi felicitación por este post homenaje a la tierra y a sus costumbres, amiga. Mi abrazo de luz y mi cariño siempre, Cristina.
M.Jesús
Hola Cristina, preciosa tu tierra y maravillosas las viejas costumbres. En mi tierra también es tiempo de castañas y amagostos (así llamamos a asar las castañas en tambor y disfrutar con los amigos). Tus fotos geniales. Un beso enorme.
ResponderEliminarTiempos de antaño donde todo parecía ir mas lento, y se degustaba la vida d verdad, En todos los que nos sentimos más de pueblo que de ciudad tus palabras nos traen esos aires nostálgicos de hogueras , lumbres y cercanía familiar.
ResponderEliminarBesos
La última fotografía es preciosa. Es donde vives tu? Un abrazo.
ResponderEliminarQué hermosas fotografías y cuánta nostalgia, me encantan los tiempos aquellos donde no había tanta tecnología, había tiempo para escuchar al otro, para mirar el alma.
ResponderEliminarUn besito
Hola seguro que a tod@s los que pasamos de los 50...y más nos da nostalgia el ver las fotos tan preciosas que nos nuestras. saludos
ResponderEliminarEsas lumbres donde se ponía el puchero con el cocido, que era el plato típico de todos los días,inundaba la casa de un rico olorcillo que daba sensación de hogar, de comida caliente, de madre que espera ansiosa la llegada de su marido e hijos a la hora de comer.
ResponderEliminarCierto, un cocido hecho a fuego lento en un puchero, no hay olla, por muy buena que sea, que lo pueda comparar.
Las fotos son preciosas.
Te dejo mis cariños en un fuerte abrazo.
Kasioles
Grandes y entrañables tiempos!!
ResponderEliminarPreciosas fotos .
Qué bellos recuerdos me traen las castañas asadas.
Un beso
Me gusta mucho lo rural, porque me traen muy buenos recuerdos de aquellos días de campo con la familia completa.
ResponderEliminarMuchos besitos.
La sierra de Gredos en invierno con la nieve es una postal. Me encanta, se ve de muchos sitios, de la provincia de Caceres, pero tambien desde Talavera de la Reina donde tengo familiares.
ResponderEliminarSon bellos recuerdos lo que nos cuentas, me gusta que siguamos con algunas costumbres de los pueblos. En Francia, se pierdieron muchas cosas. Es una pena
Bonito relato Cristina
Mil besos
Isa
Que hermoso post nos regalas hoy
ResponderEliminarCon varados sentires que afloran a medida que lo leemos y apreciamos las imagenes y el fondo sentimental y verdadero que emana de costumbres, senderos paisajes serenos, villas hogareñas.
Gracias por este buen momento al leerte
Cariños
QUE RECUERDOS NOS TRAES CON TUS TELATOS TAN ENTRAÑABLES Y DE ESE CARBON LO RECUERDO DE CUANDO FUY aSTURIAS A CONOCER LA FAMILIA DE MI MARIDO PERO DE TODAS FORMAS ELLOSTENIAN TAMBIEN LA COCINA ECONOMICA CON LA CHAPA DE BRILLANTE QUE PARECIA DE PLATA PERO MIS CUÑADAS ELLAS MUY JOVENES SE MATABAN CON UNA PIEDRA CUADRADA Y UNOS POLVOS A FROTAR Y VAYA SI BRILLABA ...PERO AL DIA SIGUIENTE OTRA VEZ A MANCHARLA JAJAJA
ResponderEliminarBESOS
Las costumbres no hay que perderlas son la esencia de los pueblos.
ResponderEliminarUn maravilloso post que nos acerca a los recuerdos que guardamos.
Una belleza las fotografías.
Un cálido abrazo
Que hermosas tus fotos y que linda tu tierra
ResponderEliminarGracias por tu compartir...
Luz y Tenacidad
Isaac
Hola Cristina!! Como estas? Espero que muy bien :)
ResponderEliminarQue linda la entrada. Me encanto el Valle de Tiétar!! Las fotos son muy hermosas. Creo que los lugares así, simples y naturales, son hermosos. Creo que todos deberíamos aprender a cuidar más la naturaleza, y dejar de destruirla con los avances de la tecnología.
Besos!!
Qué ricas las castañas calientes, que me traen recuerdos de años atrás, y también me sitúa al presente, y qué preciosas imágenes nos regalas, un placer estar en tu rincón.
ResponderEliminarUn beso dulce de seda.
Que fotos más bonitas; los paisajes son preciosos y esas castañas, que ricas.
ResponderEliminarCristina querida
ResponderEliminarLa imagen me recuerda la cafetera puesta en las parrilas que venden para asados en una noche de excursión por el campo, la imagino llena de chocolate.
Los paisajes que muestras son muy hermosos, esa debe ser la razón de tu belleza interior; allí la forjaste. Has vivido en un lugar de ensueño; bien por ti. Me alejo comiendo castañas :)
Deseo que pases un maravilloso fin de semana, un abrazo colmado de alegría y luz
¡Hola de nuevo!
ResponderEliminarEn mi última entrada también están mis amigas las castañas.
¿te apuntas a degustarlas?
Cristina, has sabido encontrar el verdadero sentido de mi poema...Estoy hablando del calor, la sabiduría y el amor que recibimos del Creador...El nos da la fuerza y el impulso para celebrar el encuentro con la amistad de todos vosotros...Tu mirada profunda y espiritual ha dado en el clavo, amiga. Mi felicitación y mi cariño siempre.
ResponderEliminarM.Jesús
Estoy de acuerdo contigo, nada como la lumbre para saborear una deliciosa comida. Hay cosas que no deberían perderse a pesar de la tecnología. También me gustan los sitios rurales, la naturaleza, conocer las costumbres de cada lugar.
ResponderEliminarBuena semana y muchos besos Cristina.
hola cristina,cuantos recuerdos me has tarido a la memoria,la casa de mis abuelos cuando preparaban las sardinas asadas,las castañas tostadas cuando llegaba la navidad en mi querida valencia que vivia yo alli,huf,cuantos recuerdos,que bella entrada nos has regalado,agradecida eternamente.
ResponderEliminarte dejo un fuerte abrazo y gracias tambien por pasar a visitarme!!!!!!!
Costumbres que nos marcan el corazón y se convierten en una forma de vida. Nos gusta recordarlas y revivirlas
ResponderEliminarHola Cristina, esos recuerdos, a pesar de los años los tengo muy presentes, cuando se acababa el tiempo de las castañas y ya se ponía mi madre a la tarea de hacer los mantecados caseros y otros dulces para la Navidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ojalá no se pierdan nunca esas viejas costumbres, que a mi siempre me han encantado, ya que he vivido largas temporadas con mis abuelos en tierras extremeñas, donde siempre se cocinaba con leña y a fuego lento, como decía mi abuela.
ResponderEliminarEse café de pucherete y esos campos me ha traído bellos recuerdos. Gracias.
Un abrazo.
Ojalá no se pierdan nunca esas viejas costumbres, que a mi siempre me han encantado, ya que he vivido largas temporadas con mis abuelos en tierras extremeñas, donde siempre se cocinaba con leña y a fuego lento, como decía mi abuela.
ResponderEliminarEse café de pucherete y esos campos me ha traído bellos recuerdos. Gracias.
Un abrazo.
ResponderEliminarMe encanta, me fascina esta costumbre y estoy de acuerdo no debe desaparecer. Es la única forma de estar en contacto con la bella naturaleza y ese cafecito de hoguera que poco a poco el ser humano va olvidando. Preciosas imágenes!
Besito
Hola Cristina,
ResponderEliminartodo esto lo conozco tb , mi pueblo eXTREMEÑO tb es costumbre todo eso, debe tb ser un pueblo muy cercano aL mio (Almaraz del Tajo)
QUe alegria llegar a tu blog y tener la musica de Roberto Carlos..
Besos
feliz fin de semana
Ohhh...Que de recuerdos has traído a mi mente querida amiga....'
ResponderEliminarMe encanta! Ha sido una DELICIA PODER LEERTE QUERIDA CRISTINA
Un fuerte abrazo.
Conozco ese paisaje... ¿Muy cerca del mío? Me hiciste recordar las castañas asadas de mi abuela... Gracias.
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