Nosotros somos como la montaña.
No hemos de dejar que sucesos de fuera nos quiten la dicha ni la armonía, al
margen de lo fuerte que bramen las tormentas o aullen los vientos. Todos
contamos con este núcleo interior de calma y tranquilidad. Está ahí cuando
quiera que lo queramos o necesitemos. Si vamos hacia dentro, accedemos a su
poderosa presencia sanadora.
La montaña, por dentro, es
perfecta; como lo somos nosotros. Imaginemos ahora que aparecen en la montaña
unos turistas. Llegan en tren, avión, coche, barco y otros sistemas de
transporte. Y todos opinan. Esta montaña no es tan bonita como una que he visto
en otra parte. Es demasiado pequeña, o demasiado alta, o demasiado estrecha, o
demasiado ancha.
Pero a la montaña le da igual,
pues sabe que es la esencia ideal de montaña. Una vez más, somos como esa
montaña. Digan lo que digan los demás de nosotros, al margen de sus criticas y
juicios o lo que para ellos sean espejos, ya somos ideales y divinos.
No
tenemos que sentirnos afectados por sus opiniones, ni siquiera de las personas
cercanas a nosotros, como la familia, los jefes o los seres queridos. En este
sentido, somos sólidos y estamos bien afianzados en la tierra, como la montaña.
En el fondo de nuestro corazón, sabemos que somos la esencia perfecta de un ser
espiritual. Las palabras de los otros no pueden quitarnos la dicha y la paz
interior a no ser que les demos la capacidad para ello. Seamos como esa hermosa
y quieta montaña.
Brian Weiss
Es tan hermoso como nos dejas ver los cambios que la misma naturaleza nos ofrece y deja disfrutar a gusto de cada persona ...tiempo o estación del año...
ResponderEliminarEs curioso que yo lea hoy este relato...le dije a mi hijo al levantarme lo que habia soñado un poco asustada...soñe que el mar se estaba tragando la tierra en general ...yo al salir de mi cama el suelo era la arena de la playa ...uf uf que mal lo pasé hasta que total-mente despierta vi que era un sueño.
bueno amiga besos
Menos mal que los sueños ,sueños son.
Que maravilla de post siempre con la consigna de que los seres humanos tenemos un gran parecido a la naturaleza...... Cristina es un placer tenerte como amiga y vecina de blog, besosss :*
ResponderEliminarCristina, hago mío tu post, amiga...Qué bien lo has expresado, debemos fijarnos en la naturaleza, nuestra madre y maestra, en todos sus cambios y estaciones que no afectan al interior de las montañas y también podríamos decir de los árboles, que permanecen erguidos a pesar de todo...Ni las circunstancias, ni las palabras y opiniones de los demás deben afectarnos. En nuestro interior late la esencia divina, el mismo universo con todas sus estrellas y no debemos temer nada, sino confiar, porque somos seres espirituales...Tus letras nos proyectan una gran confianza y fortaleza, amiga...Que la vida te devuelva el doble de lo que nos das.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo de luz por tu claridad y generosidad, Cristina.
M.Jesús
Subo a la montaña,
ResponderEliminarhago una parada,
miro por la ventana,
esa que aparece en la entrada
esa que muestra una imagen otoñal.
Veo las hojas caer,
escucho al viento soplar,
y el corazón sigue en calma.
Hago otra parada,
calmo la respiración
y unos pequeños corazones
ascienden por este blog.
¡FELIZ OTOÑO!
Es verdad mi querida Cristina que la naturaleza es muy sabia y nos muestra cada día miles de lecciones que no siempre somos capaces de entender.
ResponderEliminarBesos
Un placer leer perlas de vida en tu cálido blog
ResponderEliminarFuerte abrazo
Seamos Fuerte e inamovible como una montaña.
ResponderEliminarPero las cosas que nos afecten, busquémosle el lado bueno, que seguro que lo tienen.
manolo
.
Lo has expresado de una maravillosa forma.
ResponderEliminarTenemos que ser Fuertes
Después de leerte, a pesar de los malos momentos, parece que logro alcanzar la serenidad que tanto necesito.
Mil gracias y un beso grande
Feliz fin de semana
Si que la vida esta difícil, cada día es un reto, pensar positivamente no es fácil, aun así hay que coger lo mejor de cada día, y seguir mirando al frente, como tus letras que siempre me vuelven más positiva. Muchas gracias por compartir tu forma de pensar. Un beso.
ResponderEliminarMuchas gracias. Un beso grande con cariño
ResponderEliminarY en realidad es así....
ResponderEliminarGracias
Isaac
Y en realidad es así....
ResponderEliminarGracias
Isaac
Maravilloso texto y mensaje.......gracias Cristina!
ResponderEliminarUn besito....feliz fin de semana...
Cristina querida
ResponderEliminarPrimeramente las imágenes están preciosas. Sería maravilloso que todos contáramos con ese núcleo interior de calma y tranquilidad; ¿ser inmutables como las montañas? ¿Y si esa montaña fuese un volcán?
En verdad a través de la vida tenemos que aprender a no darle importancia a aquello que pueda afectarnos. Feliz fin de semana
Un abrazo con muchísima paz
Hola Cristina, con tu entrada he recordado una anecdota que me ocurrió y aprendí muy bien la lección. Como pregunto lo que no tengo claro, en una conferencia pregunté que donde se aprendían esas maravillosas lecciones que no nos habían enseñado en ningún colegio y eran más importantes que las guerras púnicas o los logaritmos... y el conferenciante me dijo muy amable, que en "El libro de la vida..."
ResponderEliminarY yo sin dudarlo cuando tuve ocasion, voy a la librería y pregunto por El libro de la vida... con intención de comprarle, Dios, que vergüenza pasé cuando me dijeron que el famoso libro de la vida que yo buscaba, era la Naturaleza con todo lo que en ella habita...
Y así es, y en ella están todas las respuestas que buscamos si sabemos ver las señales, somos uno con todo lo creado, muchas veces me abrazo al tronco de las encinas o robles de mi tierra y les hablo desde mi alma divina, a la suya igualmente divina, da lo mismo que alguien pase de largo y no les diga nada, incluso las de patadas de rabia... en su interior, el alma permanece inmutable, y así debiéramos ser nosotros, la Naturaleza es nuestra maestra nuestra amiga, nuestra confidente...
Como siempre tu entrada me hace pensar y recordar lo que algunas veces por miedos nos perdemos en un laberinto de tinieblas, olvidando también que somos luz y esa luz está siempre en nuestra esencia de personas.
Gracias Cristina, porque siempre dejas vitaminas de amor y luz
Un abrazo con cariño
Ángeles
Hola!
ResponderEliminarAquí estoy,tratando de expulsar del interior de "mi" montaña lo que se ha colado dentro...Parece que va saliendo,pero,querida amiga, esta vez está costando.Gracias a que leo tus entradas y,lo sabes,siempre encuentro algo que me anima a barrer al aire,viento,agua,nieve todo lo que no debe estar ahogando la esencia de nuestro interior,en este caso,el mío.
Siempre pendiente de ti.¡Un abrazo muy.muy grande! ¡Gracias!
Pase a visitarte y desearte que esta semana disfrutes plenamente a los que amas
ResponderEliminarCariños
Todo parece facil cuando estoy en tu blog, cuando te leo. Por que me hes tan dificil echar fuera ese estress que me persigue. No soy capaz de relajarme por completo, nunca.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Cristina
Isa
http://cabalgandopormimundo.blogspot.fr/
Inspiradoras palabras las de Brian Wise Adoro las montañas
ResponderEliminarUna entrada definitivamente motivadora. Gracias por compartir tus conocimientos y darnos consejos.
ResponderEliminarBeso
Hola Cristina,que entrada más bonita!! y cuanta verdad nos enseña.A veces, no nos damos cuenta de que nuestro interior es nuestro verdadero Yo,y que no importa si somos más grande o más pequeños por fuera.
ResponderEliminarMuchos besos y abrazos:)