La vida es una lucha, de entregas y sacrificios. Pero el amor son eso bellos recuerdos y sentimientos y vivencias que se quedan en el corazón refugiadas en el alma, y que dan sentido a nuestra vida. La sabiduría de las personas mayores es infinita, solo necesitan que estemos dispuestos a escuchar con el corazón sus historias de vida y sobre la vida. Que estemos dispuestos a apreciar la sabiduría que solo los años les ha permitido adquirir. Ellos te aconsejan basándose en su propia experiencia, en sus triunfos y en sus derrotas.
Por ejemplo, los Pueblos están llenos de mujeres y hombres excepcionales. Seres maravillosos, de piel curtida y manos que cuentan historias sólo con mirarlas. Mujeres rurales de Pueblos, que sobre vivían gracias a la solidaridad y a la ayuda de unas y otras, sacaban las tareas adelante. Sacaron a sus hijos adelante sin descanso, apretando los dientes tanto como sus moños. Las mujeres rurales, no usaban capa, llevaban mandiles con bolsillos cargados de trabajo y sudor, atados a la cintura con un nudo tan fuerte como ellas. Y a pesar de todas su penurias nos enseñaron que la vida es mucho más fácil con refranes y cantares, y con una buena vecina. Que las cocinas eran su mejor refugio, y que un puchero de patatas sabía mejor cuando se compartía. Sus ojos reflejaban los estragos de una vida difícil, llena de sacrificio. Pero nos enseñaron una gran lección: resistir y pelear siempre, aunque estemos muertas de miedo. Mujeres que, sin saberlo, empezaron a cambiar el mundo de sus hijas y nietas.
Para cada uno de ellos. Un cariñoso abrazo.
No campo, onde a terra é o sustento e a natureza é companheira, homens e mulheres vivem uma vida repleta de desafios e conquistas. Cada amanhecer traz consigo a promessa de um novo ciclo, mas também a necessidade de enfrentar as adversidades com coragem e resiliência.
ResponderEliminarAs mulheres rurais, muitas vezes, são as verdadeiras heroínas invisíveis, moldando a terra com suas mãos calejadas e cuidando da família com um amor que transcende o físico. Elas não apenas participam do cultivo, mas também se tornam as guardiãs da tradição, transmitindo saberes ancestrais que enriquecem a cultura local. Sua dedicação é um exemplo de força e perseverança, muitas vezes equilibrando o trabalho no campo com as responsabilidades do lar.
Os homens, por sua vez, se dedicam arduamente à labuta diária, enfrentando as intempéries e as dificuldades econômicas que a vida rural impõe. Eles são os primeiros a acordar e os últimos a descansar, sempre determinados a garantir o sustento e o futuro de suas famílias. Essa luta incessante, embora repleta de sacrifícios, é também marcada por triunfos que se traduzem em colheitas abundantes e sorrisos satisfeitos.
Entretanto, a vida no campo não é feita apenas de vitórias. O desânimo pode surgir após uma colheita frustrada, e os sonhos podem parecer distantes diante das dificuldades. As derrotas são inevitáveis, mas cada uma delas traz consigo a lição de que a resiliência é a verdadeira medida do sucesso. É a capacidade de se levantar após a queda, de encontrar força nas raízes que nos sustentam, que define a vida rural.
Assim, homens e mulheres do campo vivem um ciclo de lutas e vitórias, sacrifícios e celebrações. Eles nos ensinam que a verdadeira riqueza não está apenas na abundância material, mas na conexão com a terra, na união da família e na força coletiva da comunidade. A vida rural é um testemunho do poder do trabalho árduo e da dedicação, um tributo à força indomável que reside em cada um que abraça essa jornada.
BEIJOS EM SEU 💗
🐾
Qué verdad encierran tus palabras, en la madurez ya avanzada las personas tienen esa sabiduría que les da la vida y sus propias experiencias.
ResponderEliminarEl concepto de vecinos ha cambiado mucho en estos tiempos, ya no se dan esas vecinas que contabas con ellos para todo, hacían muchas veces más que la propia familia.
Y hay queda el reflejo de como bien dices esas mujeres que sin un nombre relevante levantaron a sus hijos y lucharon por una vida mejor.
Me encanto tu entrada. Un besote grande, lleno como siempre dices de luz.
Es otra vida pero una vida que nos atrae, es ternura y amabilidad, reciben a todo el mundo y son generosos, y tiene muchas historias de vida que contarnos. Un abrazo
ResponderEliminarLindo homenaje a la gente sencilla. Te mando un beso.
ResponderEliminarMuy linda tu publicación, con un texto sensible y bien direccionado, propio de este sitio tuyo. De entrada me cautivó, al mencionar la importancia de la vejez, con su sabiduría salvarían al mundo si se les diera un lugar real y no esos rincones de la nada a la que están destinados hoy en el mundo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Querida amiga, precioso homenaje a la gente rural, desgraciadamente hoy nadie se preocupa por las personas mayores llena de sabiduría de vida, los apartan como gente que estorba.
ResponderEliminarMe encanto tu post!!!
Realmente precioso y emotivo
Abrazos y te dejo un besito mi bella amiga
Me gustaría que la humanidad desacelerara su andar, para volver a apreciar más en todos los lugares a las personas mayores, que son quienes tienen más qué decir y compartir.
ResponderEliminarUn inmenso abrazo.
Si hay algo que tengo presente, es el delantal de mi abuela... ese humilde y valioso retazo de tela que servía para todo. Me encantan los delantales. Bello tu escrito y bello tu homenaje a las personas mayores. Abrazos
ResponderEliminarNo.. no es casual que haya venido a tu blog, he llegado expresamente porque me gusta los mensajes que dejas, y lo reales que son, gracias Cristina, de los mayores hay mucho que aprender....y de los niños tambien
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Querida amiga, tu nos dejas una huella de luz en nuestros corazones, es muy bello leerte, llegas al alma.
ResponderEliminarCariños y te dejo un beso
Felicitaciones por esta entrada amorosa de cierta parte de la sociedad.Te dejo un abrazo grande!!
ResponderEliminarComo mayor que soy me silidarizo con todos ellos, las mujeres y los hombres
ResponderEliminarque no han tenido mas ayuda que ellos mismos y han salido adelante. Vivan ellos.
Un beso amiga.
Tu texto conmueve Cristina. Tus palabras revelan una gran sensibilidad y nos dicen que el tiempo pasa demasiado rápido. Hoy la vida es muy agitada, no deja tiempo libre para pensar, para la familia, para socializar. A menudo nos ocupamos de cosas superfluas, en una sociedad cada vez más egoísta. Por eso cuando nos dices lo precioso que es escuchar a personas más maduras, escuchar sus consejos, vivir con ellos y aprender sus enseñanzas. Cuando nos cuentas la vida de estas mujeres, verdaderas heroínas, siempre cuidando de sus hijos y su familia. Cuando nos hablas de la verdadera solidaridad que existía entre las personas, entre todas las personas, ayudándose unos a otros, cuando nos hablas de todo esto, sentimos que hoy se han olvidado aquellos valores en los que debería basarse una sociedad verdaderamente humanista!
ResponderEliminarHoy... caminamos por un camino lleno de incertidumbre. Se perdieron las noches pasadas en familia, donde aprendimos a vivir y amar.
Perdón si me he extendido demasiado… pero nunca está de más hablar de eso que tanto nos preocupa.
te dejo un fuerte abrazo, Cristina.
Cristina entre a agradecer tus palabras en mi blog e invitar a que seguir si es de tu agrado lo que publico.
ResponderEliminarAhora cometo este articulo de tu blog y me parece que para definir con esa exactitud a las personas del mundo rural es porque las conoces muy bien. Así que has ganado un seguidor.
Saludos.
Apoyo totalmente todo lo que dices, Cristina...Las personas mayores debían ir a los colegios y universidades para contar sus historias de vida y valores humanos...Precisamente sus valores, su entrega, su capacidad de trabajo y generosidad falta en nuestro mundo. Recuerdo con mucho cariño mis tías y abuelas manchegas trabajando en el campo, atendiendo a todos, viviendo cada día con fortaleza y alegría...Cuánta falta nos hacen los mayores, oir su voz y hacerlos más protagonistas de nuestro mundo...Todo sería distinto, estoy segura.
ResponderEliminarGracias por tus bellos posts y sentimientos, Cristina.
Mi abrazo entrañable agradecido y admirado, amiga.
Asi es, Cris. Mi abuela me cuenta la vida de su propia madre y abuela y de su padre y es sorprendente la vida dura y sacrificada que llevaban en su Italia natal, yo no podria sobrevivir ni un segundo. Me encanta enterarme de cada cosa que ella me trasnmite.
ResponderEliminarLa tengo loca preguntandole cosas jaja XD
Besos preciosa, me encanto tu dulce post.
De toda la vida he estado más con personas mayores que de mi edad. Me encanta!!! Saben muchísimo y te hacen ver la vida de otra forma. No deberían faltarnos JAMÁS.
ResponderEliminarBuen finde y un abrazo.
Querida amiga, que tengas un bonito fin de semana, lleno de amor y felicidad.
ResponderEliminarAbrazos y besos, bendiciones
La vida nos va llenado de impresiones que se transforman en recuerdos. Somos esponjas que sin saber cómo, vamos aprendiendo cosas increíbles de otra gente ya sean de seres queridos o personas que sin saber cómo nos dejaron una huella en el corazón. Somos viajeros y espectadores de nuestra propia vida que como una película, formamos nuestra historia con un principio y un final...En nuestros genes somos fruto de nuestros padres y abuelos; todo un legado que se manifiesta en la herencia de nuestros actos. Somos una máquina perfecta que se va degradando con el tiempo y a la vez enriqueciendo.
ResponderEliminarViajo por la calle del pueblo donde vivo. A cada casa y a cada metro guardo un recuerdo de personas que ya no están aquí. Me deslizo con imágenes de seres queridos que se fueron para siempre y me veo en mi niñez tan inocente; son personas de las que aprendí a valorar los sentimientos y las cosas sencillas; gentes que van y vienen a lo largo de los años mirándome al espejo para darme cuanta de que mi cabeza ya está cana.
¿Soy ya una persona mayor? o simplemente un espectador que tomó asiento en el corazón después de los años vividos. Parece mentira que cada vez pase el tiempo mas y mas rápido; que los recuerdos lejanos sean cercanos y lo que pasó ayer, aun está por escribir...si no lo recuerdo.
Mucho hemos de seguir aprendiendo de la gente campesina, la que aún queda por muchos paises, porque muchos han abandonado esos lugares por muchas razones y con ellos la generación que le predece a perdido sentido, valor y hacer en esas labores de donde brota el verdadero alimento de la tierra, el conocer lo que se cultiva en cada planta y cria de especies doméstica, como la lectura de las hojas verdes y del cielo...no hay nada como recoger moras en los cercos y frutillas en las pampas silvestres.
ResponderEliminarTiempos que nunca deberíamos olvidar , que junto al árbol frutal se teje la historia del hombre y la mujer del campo que valoriza toda la grandeza donda por Dios.
Un abrazo.
Me uno a tu precioso homenaje. Expones toda una realidad.
ResponderEliminarSu sabiduría es grande y se aprende mucho de esas personas tan importantes.
Te mando un abrazo fuerte.
Felices días.
Que bonito homenaje le haces a los abuelos rurales, porque como abuelos es como yo también los recuerdos; curtidos por el trabajo de sol a sol y el aire extremeño, pero templados por tantas adversidades que la vida les dio...jamás se me olvidaran la agudeza de sus observaciones y los refranes porque eran muy refraneros, ni por supuesto el cariño y amor que nos regalaban, cada vez pasábamos con ellos una temporada, en Bienvenida, un pueblecito de Badajoz.
ResponderEliminarGracias, amiga Cristina por tan linda entrada, que como habrás visto me ha traído bonitos recuerdos de mi infancia.
Un fuerte abrazo.
Cuantas cosas ciertas expresas en este tu magnifico post.
ResponderEliminarAbrazos!!
Una de mis abuelas era del mundo rural. Preciosa entrada dedicada a todas ellas.
ResponderEliminarAbrazos.
Beautiful post
ResponderEliminarGreat blog
ResponderEliminarEs una pena que cada vez se reduzca más ese entorno de sabiduría y bondad. Comparto todas y cada una de tus palabras.
ResponderEliminarHe intentado solucionar el acceso a mi web.
Un besito, Cristina.
! Hola Cris ¡totalmente de acuerdo con todo lo que comentas en este maravilloso post, yo ya viví esa esa experiencia en mi niñez y adolescencia, la casa de mi madre y de mis abuelos, era de compartir el pan y unas patas cocidas con unas gotas de aceite y unas arenas de sal, con los vecinos/as, todo alrededor de la cocina de piedra y buen brasero, que daba calor humano de cuerpo y alma, dentro de la poca abundancia y muchas calamidades, éramos felices. No teníamos depresión. Hoy que lo se vive mas o menos bien, mucha juventud la padece desafortunadamente. Vivimos en un mondo loco, y es mucho más difícil.
ResponderEliminarGracias amiga, por tus palabras en mi espacio, y mi gratitud por compartir tu sabiduría tus palabras de luz que siempre llega acertadas a la mente humana.
Un abrazo grande lleno de mis mejores deseos, salud, paz y amor.
Se muy, muy feliz.
Te había dejado un comentario y ha desaparecido. Seguramente se habrá ido a spam.
ResponderEliminarEs conmovedor y realista lo que expones.
Un homenaje muy merecido para estas grandes personas.
Mi abrazo grande.
Querida amiga, te deseo con todo mi corazón un hermoso inicio de semana, lleno de amor y felicidad.
ResponderEliminarCariños y te dejo un besito
Me ha emocionado.
ResponderEliminarBesos.
Desaparecen mis comentarios...
ResponderEliminarAmalia, efectivamente allí estaba, en el spam. Gracias, feliz noche!
EliminarAsí es Cristina, así es...cuando nos falte esta generación nos faltará tanto, o nos enganchamos a su sabiduría y la aprovechamos para seguir trasmitiéndola en el futuro o creo que realmente estamos perdidos. Tengo la gran suerte de ser de pueblo y de estar rodeada de muchas de estas sabias y sabios, con ellas y ellos no tengo esa sensación habitual de querer apearme del mundo, ellas y ellos protegen al mundo de tanta locura y estupidez. Mi abrazotedecisivo Cristina y gracias por tu bellisima reflexión.
ResponderEliminarQue bonito lo has dicho Cristina; cuánto les tenemos que agradecer a ellos y a esas mujeres, que todo lo daban sin esperar nada a cambio, un ejemplo a seguir si no queremos no perder nuestra raíces. Me encanta leerte un enorme abrazo!
ResponderEliminarUn hermoso homenaje, todas esas personas tienen sabiduria y mucha experiencia de vida. Que nosotros tenemos que valorar.
ResponderEliminarTengo que agradecerte por tu visita a mi blog, me senti honrado.
Un abrazo
Precioso homenaje. Como siempre un placer pasarme por aquí para leerte. Un beso
ResponderEliminarMucho hemos de agradecer a esas nujeres que luchan con la entereza suficiente pata tras mitirnos su sabidutia y compartirla, descubrir la algria de las pequeñas cosas y, saber compartirlas ,cantar dia y noche mientras tabajabas sin descanso
ResponderEliminargracias a ellas somos lo que somos
Precioso spot Cristina, gracias por compartirlo
Un fuerte abrazo
Cristina,
ResponderEliminarGracias por visitar el ®DOUG BLOG y por gustarte mi forma de escribir. También te expresas muy bien.
Me gustó tu blog y me uno a tus amigos, si quieres ser parte de los amigos de ®DOUG BLOG será un placer darte la bienvenida.
Un abrazo cariñoso.
Amiga Cristina! Ay que sabias palabras. Respeto mucho las opiniones de otras personas, especialmente de las personas mayores, más sabias y con más experiencia.
ResponderEliminarExcelente publicación. Les mando muchos saludos cordiales. ¡Abrazos!
Merecido homenaje Cristina, la sabiduría y experiencia de las personas mayores son muy valiosas. Tendríamos que detenernos a escucharles, es mucho lo que podemos aprender.
ResponderEliminarUn abrazo
Honra y amor a los mayores a quienes debemos tanto
ResponderEliminarPaz
Isaac
These are very positive words.
ResponderEliminarI liked your blog and I join my friends.
(ꈍᴗꈍ) Poetic and cinematic greetings.
💋Kisses💋
No seriamos sin los mayores.
ResponderEliminarUn hermoso homenaje a los mayores que caminan por la sabiduría según sus experiencias, las mejores lecciones de la vida.
Un abrazo
Querida amiga, que tengas un feliz dia.
ResponderEliminarAbrazos y besos
En medio del esfuerzo y la pobreza, existen tesoros de experiencia y sabiduría. Y es que la riqueza florece en el corazón de quien sabe dar y de quien sabe escuchar. Precioso texto amiga, te mando un beso.
ResponderEliminarP A T Y
la vida rural es paz y vivir sin estres, es vez la vida en camara lenta
ResponderEliminarBuen finde!!!
ResponderEliminarBonito y merecido homenaje a esas personas que tanto y bueno nos enseñaron.
ResponderEliminarBuen fin de semana Cristina.
Un abrazo.
CRISTINA
ResponderEliminarEnternece el alma la evocación, respeto, y sentido de presencia, que tu homenaje literario deja latente en el corazón, quien mejor que tu, con tu sensibilidad a flor de piel como para dejar una semblanza tan real y cierta que nos toca a todos por igual en la reminiscencia, en lo tierno, emotivo, y evocativo, de esos queridos recordados y amados. antecesores.
Muchacha, mil gracias por tus estimulantes palabras en mi blog, me hacían falta,
aun en lo sintético, fueron un golpe de apoyo y estimulo a mi momento.
LÚCAS
Tedejo mi corazón, en un beso, buen finde
Los que venimos de los pueblos rurales, Cristina, valoramos mucho tus palabras en favor de los mayores. Gracias. un beso.
ResponderEliminarMuy bueno. Verdaderas luchadoras. Bajo el sol de verano, las heladas y nevadas de invierno. Y sin las comodidades de la ciudad de tener las habitaciones calefaccionadas, con aire acondicionado o agua potable.
ResponderEliminarAbrazos
Lo que me ha chocado lo de las mariposas.
ResponderEliminarSiempre me dejas con la boca abierta.
Un abrazooooooooooooo.
Querida amiga, que tengas un feliz inicio de semana, lleno de amor.
ResponderEliminarAbrazos y te dejo un besito
Querida amiga, siempre es un remanso para el alma volver a leerte.
ResponderEliminarTe dejo todo mi cariño y besos