Te estás preparando para otra
vida en la Tierra. Parte de ti se resiste porque has estado aquí muchas
veces.El niño viene de los otros reinos, se abre paso a través de un tubo,
entrando a la realidad físicas. Es posible que no tenga un recuerdo mental, pero
definitivamente tendrá un sentimiento. Puedes sentirte dando vueltas, cayéndote
por el tubo, te estás preparando para otra vida en la Tierra. Has estado aquí muchos veces antes y sabes lo difícil que puede
ser a veces. Girando a través del tubo, parte de ti queriendo gatear hacia
atrás, pero hay una fuerza irresistible atrayéndote hacia abajo. Y aunque hay
resistencia, también hay emoción para ti. Mientras caes por el tubo, te sientes solo y confundido, pero hay un conocimiento que sigue junto con nosotros que todo funciona. Pero
luego te preguntas qué vas a tener que experimentar esta vez para que todo
funcione. Y
de repente te encuentras en una luz muy, muy dura, a diferencia de las luces de
los otros reinos. Es artificial y es duro. Y
de repente todo es muy denso y comprimido, y sientes un tremendo presión
dolorosa a tu alrededor. Escuchas voces, que no has escuchado en años,
voces humanas, que hablan. De repente, respiras tu primer aliento cuando
eres un niño recién nacido, y sabes que ya es demasiado tarde. No hay
vuelta atrás.
Estás aquí. Estás en lo físico y eso
te hace llorar. Ha pasado tanto tiempo desde que lloraste el grito humano, las
lágrimas humanas. Lloras de alegría porque lo has hecho, has
aterrizado. Pero también lloras por miedo y preocupación por lo que esta
por suceder. Y de repente, sientes la presencia de los ángeles, seres
angelicales que has conocido antes, que han estado con usted en este preciso momento
de nacimiento en otras vidas. Su presencia hace que la dureza de esta realidad
física a tu alrededor no parezca tan dura, y eso quita algo del dolor. Recuerdas
cómo han estado contigo antes durante tus primeros años de infancia en otros
vidas. Ellos te conocen bien, conocen tus preocupaciones. Los miras, qué familiaridad, mientras que
todo lo demás en este ambiente de habitación de hospital parece tan extraño,
casi hostil. Pero miras el amor de estos ángeles y te relajas. Empiezas a respirar muy profundamente en tu ser. Empiezas a sentirte un
poco más familiarizado con este cuerpo.
Y de repente sientes la comodidad de
ser llevado al pecho de tu madre, abrazado con fuerza, de cerca y con tanto
amor. Sientes el calor y el líquido fluir hacia tu cuerpo, y hay comodidad una
vez más. Y los ángeles, todavía a tu lado, dándote consuelo en este dura
realidad física. Sientes una sensación de satisfacción al haber atravesado
el tubo. Estás vivo. Estas respirando y ahora te estás
alimentando. Estás de vuelta. Qué gran momento, piensas para ti mismo, he
elegido volver a este planeta. Me pregunto cómo será mi familia. Me
pregunto si seré capaz de recordar momentos preciosos como este, alimentándome
del pecho de mi madre de una manera muy física, pero también siendo muy
consciente del mundo angelical. Empiezas a cerrarte en este mundo
físico, porque ya sabes, que un largo viaje comienza. Parte de ti quiere
estar aquí, parte de ustedes quieren estar en los otros reinos.
Sabes que tienes que elegir, estar aquí o estar allí, pero también sabes, que
por un tiempo, puedes estar en ambos lugares. Eso te da algo consuelo,
pero el consuelo que pareces tener es cuando tu madre te abraza y te da de
comer. Temes que pueda, en algún momento, perder esta conexión con los
otros reinos, concentrarte tanto en el reino físico, que te olvides. Lloras
mucho, ya has pasado por esto antes, y aún no estás listo para ello. Los
ángeles que estuvieron contigo al nacer, están contigo todo el
tiempo. Están en tu cuarto. Ellos te hablan sobre los otros
reinos. Aquí estás en los brazos amorosos de tu madre, respirando,
alimentándote, en la seguridad de tus ángeles. Se necesita ser como un niño
para ayudarte a recordar que hay mucho más en la vida de lo que te estás
permitiendo percibir. Respira hondo, y permite que tu vida se llene de
magia. Que tu vida se llene de conciencia. Que tu vida se llene de alegría.
Un abrazo de amor y luz.
Muy buenos días ..nos das vida querida amiga que mas de puede dar ..lindas imágenes de estos bebes que vienen a este mundo ..es un nuevo comienzo ojalá para bien...ellos son la inocencia y la clave de seguir en este mundo que tenemos y cuidamos a nuestro modo pero cuidamos. mejor debería ser ..ellos tal vez lo hagan ..Gracias amiga es una entrada llena de luz y esperanza ..Abrazos con cariño.
ResponderEliminarFantástica recreación de lo que puede sentir un ser humano; un bebé al venir al mundo. Recuerdo perfectamente cuando sostuve en mis brazos a mi pequeña a los pocos minutos de su nacimiento. Y lo cierto es que ella miraba, sin ver aún, todo lo que había a su alrededor con una sensación de calma muy placentera.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Cristina.
Un bebé te reconcilia con la especie humana, es así.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Cristina, cuanta magia en tu entrada. Y cuando estamos en este mundo fisico olvidamos tanto... pero venimos con una misión que cumplir, aunque a veces eso nos remueva por dentro. Un nuevo camino, una nueva oportunidad...
ResponderEliminarMuchos besos cariño :D
Una entrada preciosa que describe lo que debemos sentir al llegar a este loco mundo. Desamparados, llorando, desnudos e implorando ayuda.
ResponderEliminarLa vida es divina desde que oímos el latido del corazón de nuestra madre. A ella con toda mi Alma la quise y la recuerdo.
A ti, gracias porque me has emocionado.
NAMASTÉ.
Cristina, nos dejas tu visión profunda y bella del nacimiento y ello nos hace reflexionar, amiga. En estos momentos en que volvemos de nuevo a la vida, después de tanto tiempo confinados, es necesario que renovemos nuestros valores de confianza en la vida, de respeto a los demás y a la naturaleza, de sencillez y humildad. Es necesario renacer y mirar la vida con ojos nuevos. Ojalá lo consigamos, porque la vida nos dá a todos una nueva oportunidad y no debemos desaprovecharla.
ResponderEliminarTe dejo mi gratitud y mi abrazo por tus buenos posts.
¡Hola, Cristina!
ResponderEliminarQué hermosas letras de vida nos compartes hoy. Me ha encantado y las imágenes de los bellos bebés, me han hecho recordar a mis hijos. La primera vez que los tuve en mis brazos y la dicha de aquellos mágicos momentos.
Todos llevamos un niño dentro, que necesita ser amado con toda el alma. Protegido con nuestro aliento. Abrazarlo, mimarlo y no soltarlo nunca. Seremos niños nuevos en este mundo que no hemos sabido respetar. Todo está en nosotros, nuestra mente es la fuerza que puede lograr ese cambio.
Gracias por compartir tan bonitas letras.
Cuídate mucho amiga. Siempre es lindo saber de ti.
Bendiciones. 🌷😘
Asi es, nuestra entrada en el mundo. Debemos dejar la seguridad y el bienestar para adentrarnos en una realidad nueva, en la que el amor de la madre nos ofrece refugio. Hace solo unos días ha habido un nuevo nacimiento en mi familia. El milagro de la vida ha vuelto a producirse una vez más y es algo maravilloso. Lo más grande que se puede sentir.
ResponderEliminarUn abrazo
Una entrada emocionante que nos ha hecho poner nuestro foco de atención en un momento crucial de nuestra vida : al cruzar el umbral de la zona de confort al valle de lágrimas.
ResponderEliminarHermosa y emocionante historia,cariños.
ResponderEliminarQué cosa tan grande puedo darte sino es mi vida. De qué manera puedo ofrecerme a ti sin hacer mucho daño para que crezcas con la felicidad tantas veces buscada...Si mi amor crece y se responsabiliza a cada segundo que pasa rogando a Dios que tengas salud y disfrutes de esta vida como tantas veces soñé para la mía. El peso que siento en mis brazos es de dos kilos y medio y el peso de mi corazón, infinito...Cuantas veces he recordado a mis padres cuando me hablaban de mi día al nacer y cuanto mi padecimiento para que minutos antes de que nacieras he peleado por tu buén nacimiento. He visto asomar la cabecita y a tu madre empujar como quién empuja a la vida para salir adelante...y yo estaba allí sujetándole la mano, casi sintiéndome culpable por ser expectador de los milagros que nos da esta vida. Has llorado y te han limpiado como yo también he llorado ante estas cosas que claman la cielo.
ResponderEliminarTu madre te ha visto posada en su pecho con alegría de haber parido y te han puesto en mis brazos. Te he recogido con brazos de algodón; con la atención de un primerizo mientras te hablo en silencio en este monólogo. Te deposito en la cuna con la mayor de las delicadezas y he besado a mi mujer...
Hola Cristina, qué maravillosa forma de hacernos reflexionar con cada entrada.
ResponderEliminarQue dios te bendiga.
besos
Respiraré hondo y espero llenarme de esa luz que me permita percibir la magia de la vida, esa consciencia que anhelo.
ResponderEliminarBella entrada.
Besos
Me ha conmovido mucho leerte. Precioso lo que expresas. Es profundo y bello.
ResponderEliminarEspero que esa dulce magia llegue a mi vida.
Un fuerte abrazo.
Cristina que hermosura en tu narración de expresar la transformación de esa conciencia que regresa otra vez, a este planeta escuela para seguir su camino de evolución vidas tras vidas
ResponderEliminarGracias por su visita que tenga buena semana y comienzo de mes Saludos
Muy bella entrada y si hay que ser como un niño y creer en la magia. Te mando un beso
ResponderEliminarLa ternura de las imágenes y tus letras llevan a la reflexión de la vida..... Saludos amiga.
ResponderEliminarMajestuoso es el nacimiento y la sensación de recibir a ese bebe a ese hijo tan esperado, no tiene comparación alguna con todo lo que la vida más te pueda ofrecer. Es un relato muy emotivo y apasionante lleno de dulzura y gratitud amiga Cristina.
ResponderEliminarTe deseo un bonito mes.
Un fuerte abrazo.
Gracias mi querida e inolvidable4 amiga Cristina. A pesar de haber leido estos tus largos relatos aún no comprendo el significado y el final.Lo presiento bello y triste tambien pero sea cual sea su final me alegra como bueno el resultado de tus deseos.
ResponderEliminarTe quise amiga, te quiero y no te olvido .
MI ABRAZO SIEMPRE ...BESOS
Lindas as imagens; é a vida em seu curso.
ResponderEliminarBoa entrada de mês de junho.
Supongo, Cristina, que el nacimiento debe ser algo parecido a la muerte, cuando atravesamos dimensiones más o menos de forma traumática realizando un tránsito que creo que por ello no deja rastro en nuestra consciencia. Nacer es toda una experiencia, un camino trascendental que recorrer, pero lo mejor sin duda, es la gracia que se nos concede de poder venir al mundo.
ResponderEliminarUn besote
Bella forma de comenzar el nuevo mes.
ResponderEliminarJunio ha nacido.
Un abrazo.
Hola Cristina, conjugamos el verbo VOLVER... yo vuelvo, tú vuelves, el/ella vuelve. Maravillosa entrada, durante muchos años siempre, siempre cuando estaba ya casi dormida, me veía y sentía volando, atravesando un espacio con meteoritos, entraba volando por una calle de mi pueblo y llegaba a una determinada casa... y allí no había casi luz, solo luz artificial y cuando llegaba alguna luz se apagaba y me cogían en brazos. Nunca te he contado esto,y mira que hemos hablado cosas, pero creo que este viaje se ha estado repitiendo como hasta mis 30 años. Y un día se lo conté a mi madre y Dios mío, era increible, yo había nacido en esa casa y casi en el momento del parto se fue la luz electrica y tuvieron que encender velas y unos candiles y es cierto que una tía mía tiró unas velas al suelo con la emoción de ver que yo asomaba la cabeza... ahí se terminaba mi viaje repetitivo de cada noche y al saberlo fui a esa casa y la reconocí como donde yo llegaba... y desde entonces, no he vuelto a vivir ese sueño involuntario, aunque le recuerdo muchas veces intentando averiguar algo más, es a voluntad, no como antes que sucedía siempre igual y sin yo buscarlo ni poder cambiarlo. Cristina imaginaba que debía ser un lejano recuerdo de mi nacimiento, pero mi madre me confirmó la casa y la caída de las velas y tú ahora pones esta entrada.
ResponderEliminarMi abrazo con cariño siempre.
CRISTINA
ResponderEliminarEs un sentido, Homenaje a la Vida, tu presentación, detallada, puntillosa, intensa, real, analítica, y merecedora de reflexión, tras la profundidad que dejas latente en tu relato, un lujo y enriquecimiento de conocimiento acompañarte, gracias por visitar mi espacio.
Mi cariño para ti.
LÚCAS
Querida Cristina que alegría leerte, me encanta este relato, leerte hace que e sienta bien. Muchas gracias. Besos.
ResponderEliminarHola, Cristina
ResponderEliminarQue hermosa y sutil descripción desde el inicio de la vida del bebé. Una lectura encantadora que te hace reflexionar y ver la vida desde otro ángulo.
Un abrazo y que tengas un hermoso dia
Gracias por pasar y quedarte amiga Crisitina, es todo un placer contar con tu presencia, se bienvenida.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
¡Hum!¡¡¡¡¡¡¡Sí Señora!!!!!!! : Esos Seráficos de quienes tan bien te has expresado son Los Egrégores, Una Generalidad de Entes Espirituales que velan sin dimensión humana de Tiempo por La Vida antes, durante y después. Aparte de esa cualidad que comparten con Ángeles Guardianes (¡los de toda La Vida!) son esenciales desde el mismo momento de concepción de cualquier tipo de vida sobre La Faz de Nuestra Tierra. ¡Buen Ensayo Antropológico sobre El Trauma de Venir a Estos Campamentos Empavesados: Terriplanetícola Vida! Y desde mi Pasmo, Brindo por Vos.
ResponderEliminarMe tienes haciendo memoria para conseguir recordar mis primeros momentos en la tierra. Ha sido tan intenso revivir esos momentos a través de tus palabras...
ResponderEliminarUn intenso abrazo, Cristina, espero verte pronto y bien.
Hola Cristina, has descrito la llegada a la tierra y el nacimiento del bebé, tal como yo lo he visualizado. Quizás no recuerdes una de mis entradas, el 2013. Te dejo el enlace. https://edicionesdulcineas.blogspot.com/2013/10/dedicado-sonia-y-su-abuelito-karras.html
ResponderEliminarIgual mi poesía, mis viajes espaciales y cósmicos se basan en estos inicios de vida en otras esferas, o planetas, o galaxias. Es bello lo que cuentas ya que reafirmo mis propias deducciones. Normalmente yo lo digo en poesía que es más difícil de comprender.
Un abrazo inmenso Cristina y gracias por compartir tanto.
Hay que recuperar el niño o los niños que llevamos dentro, para que la vida pueda ser llevada con mayor beneplácito. Esta entrada es una lección de vivencia. UN abrazo, apreciada Cristina, desde mi cubil colombiano.
ResponderEliminarCarlos
Muchas veces a una le gustaría volver a ser niña pequeña, sin malos recuerdos ni malos pensamientos, todo pureza y naturalidad.
ResponderEliminarBesos
Muy querida Cristina :
ResponderEliminarPreciosa elegia a la necesidad de volver a ser ninos y de tal forma renacer emocional y espiritualmente..
Abrazo grande.
hay que seguir edificándose desde lo que somos y confiamos en plenitud.
ResponderEliminarDe seguro que hay que apostar para que la mayoría salga fortalecido de esta situación.
Fe y esperanza.
Los que si te digo es que, es muy amenor leerte. Siempre dices cosas muy interesantes que no dejan pensativos.
ResponderEliminarUn abrazo querida amiga.
Qué interesante todo lo que expresas, Cristina. Esa experiencia de venir al mundo, de vivir, de sentir, de ser...! Me ha encantado volver a leerte. Mi abrazo y cariño desde esta experiencia existencial que nos hermana. Besos.
ResponderEliminarGracias mi querida. Que nuestras vidas se llenen de esa luz y de esa magia y que nuestros angelitos nos cuiden siempre
ResponderEliminarPaz
Isaac
Yo a veces no encuentro ninguna luz.
ResponderEliminarPero debe existir.
Besos.
Muy bello e inspirador...
ResponderEliminarGracias por compartir Cristina.
Un abrazo.
Como siempre sigo tus consejos y he respirado bien hondo. Perdona por la tardanza pero he tenido el ordenador roto, me han hecho un apaño porque los pobres no podemos más. A ver lo que me dura.
ResponderEliminarFeliz finde y un abrazo fuertoteeeeeeeeeeeeeeee.
Cuanta ternura. Muy linda la manera de describir el nacimiento de un ser humano. Todo un mundo empieza a recrearse ante sus ojos.
ResponderEliminarTe mando un abrazo
Querida amiga, Cristina, con tu profundo y bello relato has conseguido emocionarme, con eso te lo digo todo.
ResponderEliminarGracias y un fuerte abrazo.
¡Holaa, Cristina! Muy buenos días de un domingo lluvioso a aquí en Galicia, pero no importa, el caso es que haya sol en el alma.
ResponderEliminarEntrar en tu espacio es emocionarse profundamente y llenar el corazón de paz y de amor, Es muy hermoso leer este texto... Me has transportado bastantes años atrás cuando nacieron mis hijos, me los ponían en mis brazos y me parecía una bendición de Dios, y no me equivoco, pues lo son.
Gracias por darnos tanto y tan hermoso e interesante.
Un abrazo y mi inmensa gratitud por tu huella.
Feliz domingo, reina.
¿Hola buenos dias como estas? Empecé a seguir tu blog. ¿Me puedes seguir también?
ResponderEliminarObrigado pelo comentário no meu blogue. Parabéns pelo seu. Desejo muita saúde para você e sua família.
ResponderEliminar!Que fantastica entrada!
ResponderEliminarUna manera dulce y sublime para hacernos reflexionar.
Tienes mucha razón. A veces hay que sentir más y pensar menos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.