Estas historias me
encantan porque están llenas de lecciones, amor incondicional y
agradecimiento. Pocos saben que en Brasil está prohibido tener
a los animales salvajes como mascotas. Pero a pesar de esta ley,
año tras año un pequeño pingüino llamado Dindim nada a Brasil
a ver a su amigo a quien conoció en 2011. Un día, el pescador
de 71 años Joao Pereira de Souza encontró en una costa
a un pingüino que se estaba muriendo. Lo recogió,
se lo llevó a la casa, lo curó y le puso
Dindim. Después de un tiempo el pingüino se fue nadando
en dirección desconocida. Pero cual fue la sorpresa del señor cuando
al año siguiente lo vio otra vez. Ahora Dindim visita
a su salvador cada año.
Todos decían que ya no iba a volver pero
ahora regresa cada año», dice Joao.
Para reencontrarse con
el humano que lo rescató, el pingüino cada año nada alrededor de 8000 kilómetros.
Ahora la mayor parte del año
Dindim vive en Brasil con Joao, y el resto del tiempo
lo pasa en las costas de Argentina y Chile.
«Lo quiero como a mi propio
hijo y estoy seguro de que también me quiere».
Los biólogos dicen que jamás
habían visto nada similar. Lo más probable es que el pingüino
crea que Joao es un miembro de su familia.
¡Que Gran Lección La de este animalito! Aprendamos a
cultivar esa actitud de agradecimiento y veremos la mano de Dios
bendiciéndonos día a día.
Ellos son tremendamente agradecidos y dan amor cuando reciben amor, lo se por experiencia propia.
ResponderEliminarBesos
Hola Cristina. Maravillosa historia. Un beso enorme, se muy feliz.
ResponderEliminarLos que costumbramos a llamar animales, gozan de un amor incondicional que ojala los supuestamente humanos tuviera
ResponderEliminarCariños
Emocionante historia. Muchas gracias. Besetes.
ResponderEliminarEstas historias nos hacen reflexionar y valorar las cosas que son gratis. Un abrazo
ResponderEliminarDice una leyenda que cuando un humano acoge y protege a un animal hasta su muerte, una luz guía su vida para siempre.
ResponderEliminarSon más agradecidos que nosotros.
Un abrazo.
Uy que linda historia te mandoun beso
ResponderEliminarA mí también me emocionan mucho estas historias. El verano pasado salvé a dos pajaritos que se cayeron de su nido en una tormenta y me sentía soñada de feliz, jaja. Cuando ya volaron, regresaban a saludarme, según yo. No sé si eran ellos.
ResponderEliminarUn beso.
Un placer siempre leerte
ResponderEliminarse feliz
un abrazo
No reconocía el significado de muchos sentimientos porque jamás los vivió...Se escuchaban en las canciones y los proclamaba la gente que decían conocerlos pero ella nunca los conoció por vivir aislada del mundo.
ResponderEliminarCaminaba ausente de todo menos de soledad en tierras extrañas para el corazón; sin nada más que su voz interior que le relataba los sueños más hermosos jamás conocidos; la felicidad inalcanzable en lugares con carencia se sentir la plenitud no vivida...No conocía el amor ni la felicidad, era huerfana a edad temprana con el recuerdo de un beso roto en el alma...
Pasaban los años en medio de aquella guerra civil que jamás acababa. El perfume a sangre no era extraño así como el dolor de quien le arrebata la vida arrasandolo todo sin piedad. Conocía la enfermedad, el hambre, las violaciones de los soldados, las diarreas interminables y el miedo lleno de fantasmas que a veces son reales...
Siempre en nombre de Dios la gente mataba a las familias...Pero ella llevaba años sola con sus sueños y casi salvaje en guardia para que no la mataran, para que no la volvieran a violar, para escapar de aquel desastre y no morir en el intento...
Llevaba varios días durmiendo con un perro sarnoso que la seguía buscando su amparo. Al principio le tiraba piedras o le daba una patada para que se fuera pero, aquel perro la seguía con mirada triste y temerosa. En alguna escombrera se despertaba con aquel chucho durmiendo a sus pies que con algo parecido al cariño, le dejó que la acompañara y compartiera la poca comida que les sivieran...
Las calles de aquella ciudad eran irreconocibles así como sus gentes desprovistas de todo; hasta de su raza noble...Los franco tiradores apuntaban con crueldad a todo aquel que era sospechoso de nada, tan solo de vivir y aquel día, una bala le perforó en el vientre con caida fulminante de muerte.
Su perro, la única posesión que tenía en esta vida, nunca se separó de aquel cadaver hasta que alguien con una pistola lo mató cuando le enseñaba los dientes ardiendo de rabia para protegerla...
Ahiiiiii, llorando estoy, seré gilipichi, ja ja ja.
ResponderEliminarUn abrazoooo.
Una entrada enternecedora.
ResponderEliminarMuchas veces tendríamos que aprender de la gratitud de los animales.
Pero, tratándose de humanos, lo mejor es hacer el bien sin esperar nada a cambio, seremos mucho más felices.
Te dejo un fuerte abrazo.
kasioles
Es una historia conmovedora. A veces los animales son más capaces de dar amor que los seres humanos.
ResponderEliminarBesos
Maravillosa historia, gracias Cristina.
ResponderEliminarMás de estas noticias y menos de las que nos dan en la tele, eso es lo que necesita el corazón.
Lo digo y lo repito, los que llamamos animales son más leales y nobles que el llamado ser humano.
Un gran abrazo.
Ambar
Cristina que maravilla!!!yo no he podido menos que llorar al ver lo que un animalito puede saber y yo les quiero tanto que veo que sólo les falta hablar...ademas es una preciosidad el pinguino...
ResponderEliminarbesos y gracias por tu visita
Si, algo escuche Jamas pensaba que un pinguino llegaria hasta Brasil. A veces aparece cada tanto alguno perdido o moribundo en el Rio de la Plata. Pero esa historia es conmovedora. Da para pensar lo inteligente que es el mundo animal. Te mando un gran abrazo
ResponderEliminarMaravillosamente sensible y emocionante.
ResponderEliminarUn Abrazo.
Que gran lección de gratitud y lealtad...
ResponderEliminarBelleza y Ternura
Isaac
Cristina que emotiva historia, todo ser vivo tiene conciencia en su interior, recuerdo hace dos años aproximados apareció un gorrión hembra en mi ventana de la cocina, y se llevo días tras días durante siete meses todas las mañanas se acercaba a la mano para recoger pan que le proporcionaba, y el 14 de julio del año pasado después de unos días sin aparecer llego acompañada de una cría pero ella muy deteriorada, y le dije a mi esposa ella viene a despedirse antes de morir y a sin fue jamás apareció ningún día mas solo me queda esa experiencia tan emocionante
ResponderEliminarMi agradecimiento por sus visitas feliz fin de Semana Saludos
Una preciosa historia y mejor lección.
ResponderEliminarBesitos
Que cosa más bella amiga
ResponderEliminaruno se queda emocionada y en meditación ...me has hecho sonreír de corazón...
la belleza de la vida...la real coneccion que está en todos nosotros
pero que poco la practicamos ...es una maravilla ...
esas lecciones que deben perdurar!
mil gracias!
Toda una lección, que nos demuestras que los animales pueden ser más agradecidos, que muchas personas.
ResponderEliminarMe ha encantado, esta entrañable relación. Gracias por compartir.
Besos, amiga.
Maravillosa la entrada Cristina y es que en el alma de muchos animales, hay más amor y generosidad que en muchos humanos. Historias así, hacen que el alma crea que aún hay esperanzas en nuestro mundo y algún día podremos vivir en armonía y sin egoismos ni rencores.
ResponderEliminarMi cariño siempre Cristina con un gran abrazo.
Nines
Que lindo post. lo adore.
ResponderEliminarUn abrazo grande y gracias ppor compartir esta historia tan bella y llena de amor.
mar
Es una preciosa y emotiva historia.
ResponderEliminarMe encantó.
Un beso y muy feliz semana.
- siento eso muy grande y emotivo, que placer dar a conocer esto a todos..
ResponderEliminarFeliz semana Cristina.
A mi estas historias me emocionan muchísimo. El amor es universal entre los seres vivos. Un abrazo y feliz semana. Gracias, Cristina.
ResponderEliminarHermosísima historia real. Estoy segura de que Dindim se siente de la familia de Joao y no es para menos. Gracias por compartirla. Un abrazo.
ResponderEliminarOi vim bordar um recadinho na sua pagina, terminei de visitar seu blog, gostei d+++ de suas postagens,lindas imagens.Faz com que fazemos reflexão, muito bom!!! Caso queira fazer uma visita no meu blog ou me seguir ficarei muito feliz . Obrigada bjs. Hilda's Bordados.
ResponderEliminarEs una entrañable historia, Cristina. Está claro que los sentimientos del animal no son los del ser humano, ni tienen por qué, tampoco su comportamiento. Y aunque puede que no abunden hechos así, tan llamativos, sí que se dan en ellos. Bonita lección.
ResponderEliminarUn gran abrazo.
Cristina, ante todo mi gratitud por tus palabras entrañables, que me estimulan a seguir adelante...Voy estando mejor, al menos más animada para escribir y compartir con vosotros.Es un verdadero placer leer esta historia que es todo un homenaje al alma de los animales, a su sabiduría y generosidad. Gracias por hacernos reflexionar y sentir el corazón del Creador en cada ser vivo que habita la naturaleza, amiga.
ResponderEliminarTe dejo mi felicitación por tus buenos posts y mi abrazo grande por tu cercanía y amistad.Que la vida te devuelva el doble de todo lo que nos das, Cristina.
M.Jesús
Sin duda alguna es una gran lección para los humanos. Si los animalitos pueden ser tan agradecidos porque no la humanidad. Que fantástica y hermosa entrada, la adoro.
ResponderEliminarBeso
Qué bella entrada has hecho hoy día Cristina , es conmovedora ...
ResponderEliminarAbrazos .
Que bonito post Cristina. Cuanto amor, cariño, complicidad, transmiten tus fotos, es muy emocionante.
ResponderEliminarLinda entrada.. Un beso preciosa, yo tambien te eche de menos, pero, ya sabes, es bueno desconectar un poco.
Buenas noches
isa
Después de unos días de ausencia, es un placer volver a leer tus historias, amiga. Cuánta ternura en esta historia. Es emocionante.
ResponderEliminarBoa tarde, não é necessário ser muito culto para saber a importância e o respeito que devemos ter pelos seres vivos, é necessário é ter sensibilidade e carácter, adorei a lição que o homem aparentemente de fracos recursos e o Dim Dim pinguim deu ao mundo.
ResponderEliminarBoa semana,
AG
Hola Cristina.
ResponderEliminarPaso a disfrutar de esta bella historia, y darte un gran abrazo.
Ambar
es hermoso ,la verdad leer este estiilo de cosss te hacen tener un sonrisa en el rostro
ResponderEliminarte sigo :)
estoy con algo nuevo que he empezado a escribir me gustaría que pasaras por mi blog y me dieras tu opinión. un besito
Desde luego es conmovedor ver que un animalito es capaz de recorrer tantos kilometros para visitar a su salvador.Un ejemplo de agradecimiento.
ResponderEliminarEsta historia es muy hermosa y ejemplar.
Un fuerte abrazo
Te dejo mi recuerdo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo. Feliz domingo,
Hola Cristina,una bonita historia aunque ya la conocía porque hace unas semanas me la contó mi hija.
ResponderEliminarMuchos besos:)
Los animales son grandes maestros en cuerpos pequeños Yo tengo la suerte de interarctuar con ellos y resultan inspiradores, la mejor compañía
ResponderEliminarQue bonito.
ResponderEliminarResto de boa semana.
ResponderEliminarAG
Hola Cristina,
ResponderEliminar-Nos gustaría invitarte para el próximo "Los Desafíos del Faro", un evento que se inicia hoy, el día 18, en nuestro Farol.
Sería un placer para nosotros contar con tu presencia y participación en esta iniciativa que, al igual que las anteriores, promete ser animada y al mismo tiempo nos ayuda a acercarnos y fortalecer nuestros lazos de amistad.
Besos y abrazos de los amigos del Farol
PS ; Tus amigos seguidores tb pueden participar si lo desean
El amor se halla dónde y con quien menos te lo esperas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Júlia
Es impresionante Cristina, no conocía la historia y me ha encantado. Un fuerte abrazo y buen fin de semana. @Pepe_Lasala
ResponderEliminarHola
ResponderEliminarQuise comentar esta entrada, donde estaba np tenía mucha cobertura y no pude.
Cualquier historia de animales me emociona. Hace años, mi perro Chuty, me salvó la vida. Vivió 16 años con nosotros y sigue formando parte de nuestras vidas. Luego tuve a Nana durante doce años. Ahora tengo a Bambi, una perrita abandonada que nadie la quería por su forma de ser huidiza y asustadiza. Ahora es una perra maravillosa. Un cielo. A fuerza de cariño y paciencia lo hemos conseguido. Besos
Luna