Hace cien mil años, el dragón
azul Antharus, habitante de Lemuria, abandonó Gaia. Antharus fue un dragón maestro. Estando de pie medía nueve metros, de ala a ala,
completamente extendidas, alcanzaba unos veintidós metros. Antharus nos enseñó acerca del efímero sueño durante milenios, antes de la
existencia del miedo.
Pero, hace cien mil años, en una noche que jamás olvidaremos, ni que no lo recordemos, nos habló sobre cómo recrear el
cielo en la tierra, porque se acercaba la hora de jugar el juego de la
dualidad. Esa última noche en la que lo vimos, antes de que regresara a su lugar de
nacimiento, nos contó un cuento, un cuento que no sólo perduraría en nuestro
recuerdo, sino que sería un cuento que se nos quedaría grabado también en
nuestra memoria álmica. Alrededor de una hoguera azul-violeta escuchamos sus sabias palabras.
Había una vez un grupo de ángeles deseosos de danzar en un baile de máscaras,
que decidieron jugar al juego de la vida. Para ello, planearon aparentar ser
otra cosa distinta de lo que eran. Sería muy divertido fingir ser humanos,
pensaron. E idearon el juego, lo planificaron concienzudamente, de forma que lo dejaron
sin destino. Cada ángel fingiendo ser humano tendría la capacidad de jugar y
mover sus piezas a su antojo. Ninguna divinidad marcaría su sino. Todo humano
sería capaz de ser creador de realidades, todo individuo sería amo de su
camino.
Y así lo hicieron, pues así lo imaginaron. Sin embargo, pasado el tiempo,
después de tantos trajes de piel, los ángeles olvidaron su divinidad, olvidaron
que eran espíritu, y creyeron que eran sólo impotentes humanos. Y maldijeron su
infortunio, su pena, su aislamiento, su dualidad, sus obstáculos.
Entonces, los ángeles que pretendían ser humanos, pensaron: “nos hemos perdido, no sabemos quiénes diablos somos. Nada nos podrá salvar nunca.”
Entonces, los ángeles que pretendían ser humanos, pensaron: “nos hemos perdido, no sabemos quiénes diablos somos. Nada nos podrá salvar nunca.”
Así sienten los humanos que fingen ser almas oscuras. Mas las almas son todas
eternamente divinas, pero, para jugar al juego de la dualidad en el juego de la
vida, aparentan que están perdidas. En realidad, no hay ángel caído, ni alma
solitaria, ni divinidad vengativa, sólo existen los ángeles divinos jugando el
juego de la vida.
Aquella
centelleante noche aprendimos con Antharus que no existe la negrura y que
aquellos que trabajan para la oscuridad, también son, o en su momento serán,
guerreros de la luz sin ataduras. Y he aquí que el juego de la dualidad comenzó. Los ángeles que fingían ser
humanos malvados comenzaron a perseguir a todos los dragones, pues anhelaban su
sangre, que creían mágica. Muchos dragones fueron masacrados, y partieron al
otro lado, sin rabia ni rencor.
Pero, Antharus
escapó. Hermanos y hermanas, amantes de los dragones, recordad esta
estampa: Antharus volando, en un cielo inmenso, de vuelta a casa. Antes
de irse, dedicándonos su última mirada-sonrisa, Antharus prometió que volvería. Cuando
retorne la magia, cuando recordéis que todos somos uno, dragones y ángeles simulando
ser individuos, volveréis a ver mis alas extendidas.
Precioso cuento de ángeles que quiere vivir como humanos, Un abrazo
ResponderEliminarCuento lleno de color.
ResponderEliminarDragón azul.
Hoguera violeta.
La oscuridad, la negrura.
Sangre roja anhelada.
Flecha lanzada por el arco iris.
Hola Cristina,quizás algún día recordemos que todos somos parte de las grandes y poderosas alas de Antharus.
ResponderEliminarMuchos besos y muchas gracias:)
Me encantan los dragones. Cuando vuelva la magia veremos hermosos dragones. Gracias Cristina por estas lindas lecciones que nos ofreces. Un fuerte abrazo de luz
ResponderEliminarCristina, este dragón nos trae una hermosa leyenda que nos hace reflexionar...Todos somos ángeles en este juego de la vida en el que vamos creando nuestra realidad y nuestro destino...Precioso, para no olvidarlo, amiga.
ResponderEliminarMi gratitud y mi abrazo grande, amiga.
Feliz día del amor y la amistad, Cristina.
M.Jesús
Querida amiga ...perdona mi retraso para contestarte a tu cariñoso comentario ...estoy en el pueblo y hasta esta tarde no tuve cobertura ...perdona cielo ...no me alargo no quede sin poder enviartela ...besitos
ResponderEliminarUn gran relato donde se expresa que todos somos almas de luz divina, aunque hallamos perdido el sentido de nuestro poder, y en el muro de la noche los miedos crecen y nos hacen dudar sobre nuestros dones.
ResponderEliminarBesos
Hola Cristina gracias por visitar mi blog ya sabes que estoy penalizada y no me dejan dejar comentarios allí, por eso te contesto aqui. Las Jornadas de Teatro no las organiza yo , solo colaboré en su día don aportaciones económicas a través del A.P.A.S. la cual fui secretaria ,mientras estudiaron mis hijo. Un abrazo
ResponderEliminarUy me encanto la historia es genial y hasta me inspiro
ResponderEliminarEstimada
ResponderEliminarpara mi esto es mágico...una magia encantada y grandiosa por lo demás...
y de esperar que esa magia no se acabe y pueda renacer en cada ser
que tenemos ese poder...
besos!
Mágico, esa es la palabra.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Hd
El día que veamos a Antharus con sus alas desplegadas, nos daremos cuenta de quién somos en realidad. Me ha encantado tu historia Cristina.
ResponderEliminarUn beso.
Que bella historia Cristina, de verdad que me ha encantado!!!! besos :*
ResponderEliminarMaravillosa y profunda historia.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Un beso.
Maravillosa y profunda historia.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Un beso.
Me encantan los dragones. Feliz semana. Un abrazo.
ResponderEliminarBellísimo post que encierra en forma de cuento, una gran Sabiduría, Amor y Compasión... Un Abrazo enorme :)
ResponderEliminarLa magia de tu cuento me ha tenido atrapada como si fuese una niña, de él se puede obtener lo que cada uno necesita encontrar en el interior de su alma.
ResponderEliminarCariños en el corazón.
kasioles
Place leer lo que nos regalas
ResponderEliminarEl alma en libertad de proyectarse en mejorias que sean cada vez mas luminosas.
Cariños
Una historia preciosa Cristina y muy bien narrada.
ResponderEliminarBesos
Bueno creo que de eta estupenda historia que nos has dejado se saca que en el interior de cada uno está la verdadera libertad de cumplir o no los sueños que uno tenga y hacerlos realidad.
ResponderEliminarBesotessssssssssssss
Cristina, no te preocupes, ya me he dado cuenta, amiga...Vuelvo a leer tu inspirador y precioso post, que nos recuerda nuestra naturaleza humana y divina...Vamos a seguir aprendiendo contigo.
ResponderEliminarTe dejo mi abrazo y mi cariño...Cuídate mucho y tranquila.
M.Jesús
Un relato realmente mágico y unas imágenes fantásticas!
ResponderEliminarUn beso
Qué belleza de alas. Besos.
ResponderEliminarMuy agradable de leer el contenido adornado con fotografías increíbles. En cada hombre hay bien y el mal, y por lo que probablemente siempre lo será. Saludos.
ResponderEliminarQué interesante cuento, Cristina. Y sí, tal vez, todo es un juego. Lo sabremos. Mi cariño y agradecimiento por estas interesantes historias. Mi abrazo.
ResponderEliminarhola mi nombre es luis desde hace mucho sueño que estoy con ese dragon y lo puedo ver volando ami alrededor con una serpiente como me fusiono con el mi numero es 7821685217 ase poco lo logre pero nose como repetirlo por que me espante y grite vivo en mexico
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