viernes, 25 de septiembre de 2015

LA NATURALEZA ES UNA GRAN MAESTRA

Imaginemos una hermosa montaña, quizá con una cumbre cubierta de nieve. Cuando la miramos, vemos que tiene un núcleo interior de paz y temperatura constantes, así que da igual lo que pase fuera: el interior no cambia. Imaginemos ahora que las estaciones van y vienen. El verano llega con rayos, tormentas, inundaciones e incendios, pero el interior de la montaña permanece quieto, tranquilo y en calma.
El verano da paso al otoño, con vientos huracanados y hojas que caen de los arboles; luego llega el invierno y sus nevadas y temperaturas gélidas; y este, cuando se funde la nieve y se producen los aludes, se convierte a su vez en primavera. Sin embargo, el núcleo interno, el bello espacio en las honduras de la montaña, se ve afectado por ninguno de estos cambios estacionales.
Nosotros somos como la montaña. No hemos de dejar que sucesos de fuera nos quiten la dicha ni la armonía, al margen de lo fuerte que bramen las tormentas o aullen los vientos. Todos contamos con este núcleo interior de calma y tranquilidad. Está ahí cuando quiera que lo queramos o necesitemos. Si vamos hacia dentro, accedemos a su poderosa presencia sanadora.
La montaña, por dentro, es perfecta; como lo somos nosotros. Imaginemos ahora que aparecen en la montaña unos turistas. Llegan en tren, avión, coche, barco y otros sistemas de transporte. Y todos opinan. Esta montaña no es tan bonita como una que he visto en otra parte. Es demasiado pequeña, o demasiado alta, o demasiado estrecha, o demasiado ancha.
Pero a la montaña le da igual, pues sabe que es la esencia ideal de montaña. Una vez más, somos como esa montaña. Digan lo que digan los demás de nosotros, al margen de sus criticas y juicios o lo que para ellos sean espejos, ya somos ideales y divinos.
No tenemos que sentirnos afectados por sus opiniones, ni siquiera de las personas cercanas a nosotros, como la familia, los jefes o los seres queridos. En este sentido, somos sólidos y estamos bien afianzados en la tierra, como la montaña. En el fondo de nuestro corazón, sabemos que somos la esencia perfecta de un ser espiritual. Las palabras de los otros no pueden quitarnos la dicha y la paz interior a no ser que les demos la capacidad para ello. Seamos como esa hermosa y quieta montaña.

Brian Weiss
       

21 comentarios:

  1. Es tan hermoso como nos dejas ver los cambios que la misma naturaleza nos ofrece y deja disfrutar a gusto de cada persona ...tiempo o estación del año...
    Es curioso que yo lea hoy este relato...le dije a mi hijo al levantarme lo que habia soñado un poco asustada...soñe que el mar se estaba tragando la tierra en general ...yo al salir de mi cama el suelo era la arena de la playa ...uf uf que mal lo pasé hasta que total-mente despierta vi que era un sueño.
    bueno amiga besos
    Menos mal que los sueños ,sueños son.

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  2. Que maravilla de post siempre con la consigna de que los seres humanos tenemos un gran parecido a la naturaleza...... Cristina es un placer tenerte como amiga y vecina de blog, besosss :*

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  3. Cristina, hago mío tu post, amiga...Qué bien lo has expresado, debemos fijarnos en la naturaleza, nuestra madre y maestra, en todos sus cambios y estaciones que no afectan al interior de las montañas y también podríamos decir de los árboles, que permanecen erguidos a pesar de todo...Ni las circunstancias, ni las palabras y opiniones de los demás deben afectarnos. En nuestro interior late la esencia divina, el mismo universo con todas sus estrellas y no debemos temer nada, sino confiar, porque somos seres espirituales...Tus letras nos proyectan una gran confianza y fortaleza, amiga...Que la vida te devuelva el doble de lo que nos das.
    Mi felicitación y mi abrazo de luz por tu claridad y generosidad, Cristina.
    M.Jesús

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  4. Subo a la montaña,
    hago una parada,
    miro por la ventana,
    esa que aparece en la entrada
    esa que muestra una imagen otoñal.
    Veo las hojas caer,
    escucho al viento soplar,
    y el corazón sigue en calma.
    Hago otra parada,
    calmo la respiración
    y unos pequeños corazones
    ascienden por este blog.

    ¡FELIZ OTOÑO!

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  5. Es verdad mi querida Cristina que la naturaleza es muy sabia y nos muestra cada día miles de lecciones que no siempre somos capaces de entender.
    Besos

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  6. Un placer leer perlas de vida en tu cálido blog
    Fuerte abrazo

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  7. Seamos Fuerte e inamovible como una montaña.
    Pero las cosas que nos afecten, busquémosle el lado bueno, que seguro que lo tienen.

    manolo
    .

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  8. Lo has expresado de una maravillosa forma.
    Tenemos que ser Fuertes
    Después de leerte, a pesar de los malos momentos, parece que logro alcanzar la serenidad que tanto necesito.
    Mil gracias y un beso grande
    Feliz fin de semana

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  9. Si que la vida esta difícil, cada día es un reto, pensar positivamente no es fácil, aun así hay que coger lo mejor de cada día, y seguir mirando al frente, como tus letras que siempre me vuelven más positiva. Muchas gracias por compartir tu forma de pensar. Un beso.

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  10. Muchas gracias. Un beso grande con cariño

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  11. Maravilloso texto y mensaje.......gracias Cristina!
    Un besito....feliz fin de semana...

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  12. Cristina querida
    Primeramente las imágenes están preciosas. Sería maravilloso que todos contáramos con ese núcleo interior de calma y tranquilidad; ¿ser inmutables como las montañas? ¿Y si esa montaña fuese un volcán?
    En verdad a través de la vida tenemos que aprender a no darle importancia a aquello que pueda afectarnos. Feliz fin de semana
    Un abrazo con muchísima paz

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  13. Hola Cristina, con tu entrada he recordado una anecdota que me ocurrió y aprendí muy bien la lección. Como pregunto lo que no tengo claro, en una conferencia pregunté que donde se aprendían esas maravillosas lecciones que no nos habían enseñado en ningún colegio y eran más importantes que las guerras púnicas o los logaritmos... y el conferenciante me dijo muy amable, que en "El libro de la vida..."

    Y yo sin dudarlo cuando tuve ocasion, voy a la librería y pregunto por El libro de la vida... con intención de comprarle, Dios, que vergüenza pasé cuando me dijeron que el famoso libro de la vida que yo buscaba, era la Naturaleza con todo lo que en ella habita...
    Y así es, y en ella están todas las respuestas que buscamos si sabemos ver las señales, somos uno con todo lo creado, muchas veces me abrazo al tronco de las encinas o robles de mi tierra y les hablo desde mi alma divina, a la suya igualmente divina, da lo mismo que alguien pase de largo y no les diga nada, incluso las de patadas de rabia... en su interior, el alma permanece inmutable, y así debiéramos ser nosotros, la Naturaleza es nuestra maestra nuestra amiga, nuestra confidente...

    Como siempre tu entrada me hace pensar y recordar lo que algunas veces por miedos nos perdemos en un laberinto de tinieblas, olvidando también que somos luz y esa luz está siempre en nuestra esencia de personas.

    Gracias Cristina, porque siempre dejas vitaminas de amor y luz

    Un abrazo con cariño
    Ángeles

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  14. Hola!
    Aquí estoy,tratando de expulsar del interior de "mi" montaña lo que se ha colado dentro...Parece que va saliendo,pero,querida amiga, esta vez está costando.Gracias a que leo tus entradas y,lo sabes,siempre encuentro algo que me anima a barrer al aire,viento,agua,nieve todo lo que no debe estar ahogando la esencia de nuestro interior,en este caso,el mío.
    Siempre pendiente de ti.¡Un abrazo muy.muy grande! ¡Gracias!

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  15. Pase a visitarte y desearte que esta semana disfrutes plenamente a los que amas

    Cariños

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  16. Todo parece facil cuando estoy en tu blog, cuando te leo. Por que me hes tan dificil echar fuera ese estress que me persigue. No soy capaz de relajarme por completo, nunca.

    Un fuerte abrazo Cristina
    Isa

    http://cabalgandopormimundo.blogspot.fr/

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  17. Inspiradoras palabras las de Brian Wise Adoro las montañas

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  18. Una entrada definitivamente motivadora. Gracias por compartir tus conocimientos y darnos consejos.
    Beso

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  19. Hola Cristina,que entrada más bonita!! y cuanta verdad nos enseña.A veces, no nos damos cuenta de que nuestro interior es nuestro verdadero Yo,y que no importa si somos más grande o más pequeños por fuera.

    Muchos besos y abrazos:)

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